Dicen
los qué saben, que la vida privada de los funcionarios públicos o aquellos que
pretenden serlo a través de alguna campaña política no existe y así tenemos,
qué resulta muy importante que la población se entere de algunas las cuitas que
siguen a los candidatos.
¿Quién
no conoce a Carlos Ahumada Kurts?, si aquel que logró un fenomenal escándalo en
torno a AMLO y sus poco honestos servidores. Aquel argentino que se enamora de
Rosario Robles, ex presidenta nacional del PRD y que pone a la izquierda
nacional al borde la debacle. Bueno ese argentino de Córdoba, escribió un
polémico libro titulado: “Derecho de Réplica” y en el escribe sobre el por qué
y como se enreda en la tenebrosa red de los negocios con la izquierda
institucional, en el habla del candidato al gobierno de Morelos, Graco Ramírez
Garrido Abreu. Eh aquí lo escrito:
“Derecho de Réplica”, editorial Grijalbo
Graco Ramírez, pag. 99-100
Carlos Marín me pregunta sobre Graco Ramírez. Como
se dice, Graco era un dolor de muelas. Cuando lo conocí, andaba de perro
faldero de Rosario. Fue en Michoacán a apoyar a Lázaro, estaba en la campaña,
estaba con Rosario y no se me despegaba, se subía a los coches en los que
viajábamos Rosario y yo, en todo momento se hacía presente sin invitación.
Recuerdo una ocasión en que ya estaba subido en el
helicóptero donde nos íbamos a regresar a la ciudad de México Rosario y yo.
Ella al verlo muy instalado le dijo de una manera brusca: “¿Qué haces aquí?” Él
le respondió: “Es que quiero ir…” Rosario le contestó: “No te puedes ir porque
solamente cabemos tres en el helicóptero”, y en ese momento bajó Graco, le
pidió a Carlos Ímaz que nos acompañara y nos regresamos los tres al df.
Recuerdo también que Graco iba a mi oficina, me
hablaba por teléfono un sinfín de veces y me prometía que Ana Lilia Cepeda,
responsable del Centro Histórico, me podía dar obras, me podía ayudar. Se me
plantaba horas en la oficina, me invitaba a comer; no quería ir con él, la
verdad es que ni tenía tiempo, ni me caía bien como para ir a comer. Le pedía a
Luis Molina, en aquel entonces mi secretario particular, que se fuera a un
restaurante con él. Era una molestia constante.
Adicionalmente, dos o tres veces me pidió dinero:
que “préstame 10 mil pesos”, que “préstame 30 mil pesos”, y la última vez, para
poner freno a esa situación, porque sabía que no me lo pensaba pagar nunca y no
quería que me siguiera pidiendo prestado, le hice firmar un recibo y le dije:
“¿Cuándo me vas a pagar?”, para que se sintiera comprometido y ya no me pidiera
más. Más adelante le exigí que me devolviera los últimos 50 mil pesos y me
mandó parte del dinero a mi oficina. Pero de todo lo demás que le había dado no
me pagó jamás. Respondiendo a Carlos Marín cuantas veces le presté y cuanto le
di a Graco Ramírez, creo que en total le habré dado entre 400 o 500 mil pesos,
y creo que me devolvió únicamente entre 30 o 40 mil pesos.
Caray
que duro lo afirmado por Ahumada, pero lo más importante es que en los años del
2003 al 2006 que fue senador, Graco Ramírez andaba dando tumbos económicos, así
que resulta muy sospechoso que ahora gaste dinero a raudales, cuando en el 2003
pedía y pedía dinero prestado, que no pagaba según el dicho de Carlos Ahumada.
Por
ahí anda una carta dirigida a Raúl Iragorri Montoya, firmada por Jorge Pérez
Bello, en la época en que éste último fue candidato al gobierno de la ciudad de
Cuernavaca por el PRD y en ella Pérez Bello le agradece una aportación de
setenta y cinco mil pesos a Iragorri y la cual no habría llegado a sus manos y
habría quedado en las de Ramírez Garrido.
En
fin, tenemos que saber quien nos quiere gobernar, y lo que dice Ahumada es
harto grave y pone en entredicho al candidato de las izquierdas, del cual se
dice pronto saldrá una de las tantas grabaciones que Carlos Ahumada le habría
hecho en sus oficinas de la avenida Revolución en el DF.
JABONAZO
Y
siguen las encuestas “fumadas y cuchareadas” No cabe duda que al candidato de
Marco A. Adame se le están quemando las habas.
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