Así
como la familia es la célula social, el municipio es la parte más pequeña en
donde una nación enorme como México, tiene cifrados sus más caros anhelos de
justicia social, de bienestar para sus habitantes y desde luego, es el lugar en
donde se inician las batallas políticas más encarnizadas por el poder público.
El municipio representa la sangre que fluye por un país y si esa sangre se
encuentra contaminada, por lógica el territorio federal podría caer en un
estado de inanición virulento.
El
artículo ciento quince de nuestra Constitución Federal le otorga a esa célula
política denominada “MUNICIPIO”, el derecho de ser autónomo en sus decisiones
directas, es decir, pueden y de hecho lo hacen, manejar su hacienda pública
como mejor les parezca, así como aprobarse ellos mismos-vía cabildos maizeados- casi cualquier cosa u ocurrencia que se le
venga a la mente al Edil en turno. Solo basta que el señor Presidente Municipal
ordene, para que de inmediato el tesorero ponga a su disposición fuertes
cantidades de efectivo, con la finalidad de “agradecer”
a sus apacibles y bien educados regidores, especialmente a los de oposición sus
buenos oficios.
El
caso de Morelos no es la excepción, de hecho nuestra Entidad Federativa lleva
varios trienios-así se miden las
administraciones municipales y es una reverenda estupidez-en donde los
munícipes de algunos de los municipios más pobres del Estado, cobran más de
sueldo que el mismo Presidente Municipal de la ciudad capital del Estado, esto
es Cuernavaca. Se cuenta que el anterior Edil de Tlaquiltenango se incrementó
su salario a un nivel de casi los cien mil pesos mensuales, con lo cual logró
que la gran mayoría de su pírrico presupuesto anual fuera a dar al bolsillo de
sus funcionarios de gobierno, los cuales desde luego no se quedaron atrás.
Así
las cosas, nos percatamos que existen municipios a nivel nacional que ahora son
“íconos” por la enorme deuda que
dejaron a sus predecesores. Cuernavaca, Acapulco y Hermosillo con cantidades
que oscilan por encima de los mil millones de pesos de deuda contraída se
llevan las palmas, sobre todo porque sus presupuestos de egresos anuales no
llegan al monto de lo adeudado, es decir su “apalancamiento”
financiero los hace estar dentro de la lista negra por sus calificaciones
monetarias.
Pero
ahí no queda eso, estos municipios, y algunos otros gobiernos de los Estados,
como Jalisco, Coahuila y Michoacán, están también dentro de la lista de bajas
calificaciones crediticias por su enorme riesgo financiero. De ahí que el
gobierno del beodo panista de Jalisco, le haya entregado cuentas a su pueblo,
con una enorme deuda producto de la borrachera que le causó a esa preciosa
Entidad Federativa los Juegos Panamericanos, debidamente “favorecidos” desde la
Presidencia de la Republica, en manos de otro panista llamado Felipe Calderón
Hinojosa.
En
cuestiones de números y dinero no hay magia. Si un Estado o un Municipio no
tienen más que su presupuesto de egresos anual y las participaciones que el
Gobierno Federal les otorga, ¿Entonces por qué y como se endeuda?, muy
sencillo, se empeñan porque los congresos de esos Estados de la República se
los autorizaron. Primero el cabildo de los municipios y después las
legislaturas estatales, son las responsables directas de los desmedidos
endeudamientos que se observan actualmente.
¿Cómo
sucedió todo esto? Muy sencillo, desde las secretarías generales de los
ayuntamientos se contactó a los presidentes de las comisiones de hacienda de
los congresos y estos a su vez, se dieron a la tarea de “convencer” a los diputados de sus legislaturas.
Por
ejemplo, el caso Cuernavaca es especial, los primeros seiscientos millones de
pesos solicitados y adquiridos del Banco del Bajío, debieron de haber sido
negociados por el entonces secretario general del Ayuntamiento, Rodrigo Gayosso
Cepeda, de fuertes lazos afectivos y de familia con el actual gobernador de
Morelos. ¿Se dice algo de ello? No!, sin embargo la AUF-Auditoria Superior de Fiscalización-ya lo tiene debidamente
notificado de las irregularidades de los años 2010-2011.
El
caso de Jiutepec es patético. Ahí tanto Rabindranath Salazar-ahora senador de la República por obra y
gracia de AMLO-como Miguel Ángel Rabadán, el ex Edil, dejaron al municipio
en la depauperación monetaria. La deuda de más trescientos millones pesos que
dejaron esos dos, hace que el gobierno de Silvia Salazar-sin ninguna relación familiar con Rabín-resulte imposible, vaya no
tienen a veces ni para sueldos. ¿Quién autorizó el endeudamiento? por $upue$to
que un cabildo dócil y $ervicial.
¿Quiénes
son los culpables de los municipios en quiebra? Me parece que culpar solo a los
Ediles es una profunda injusticia.
JABONAZO
En
la agenda del gobernador de Morelos las confrontaciones se dan a diario y
variadas. Ya pasó lo de Walmart y se sabe que pronto vendrá una más.
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