Pero que requeté
ciertas fueron aquellas palabras de Andrés Manuel López Obrador antes de
salirse del PRD en relación a la posible alianza de ese partido con el PAN en
la elección del Estado de México que afirmaban: “Del PRD solo va a quedar el cascarón. Que lejana y a la vez que
cercana se ve la fecha en que fue dicha esa máxima, pareciera que el 26 de
septiembre del 2010 hubiera sido hace muchos años y que efectivamente después
de la salida del de Macuspana, Tabasco en el 2012, el partido del sol azteca
toca con las uñas el filo que le impide irse al precipicio político después de
haber sido comparsa de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto.
Tan solo a escasos días
que el Presidente Peña Nieto tomara las riendas del País, exactamente el dos de
diciembre del 2012, la dirigencia del PRD firmaba en el Castillo de Chapultepec
el ahora famoso “Pacto por México”.
La idea vendría de aquellos “Pactos de la
Moncloa” que se habían firmado muchos años atrás en aquella España que
había logrado salir de una de sus épocas más sórdidas y retardatarias en la
dictadura de Francisco Franco. El 25 de octubre de 1977 teniendo como marco el
hermoso edificio situado al noroeste de la capital española, que es la sede del
Presidente del País, su clase política, haciendo un enorme esfuerzo de
tolerancia y teniendo como líder indiscutible al Rey Juan Carlos de Borbón, dio
por terminado la pesadilla de la dictadura y dieron la bienvenida a esos “Pactos” en los siguiente rubros: “ Acuerdo sobre el programa de saneamiento y reforma
de la economía y el Acuerdo sobre el programa de actuación jurídica y política”. El primer
Presidente de la España moderna y libre sería nombrado en la persona de Don
Adolfo Suárez.
En México muchos pensamos que Vicente Fox
haría lo propio en el año 2000 y que llamaría a firmar el “Pacto de Chapultepec” entre todas las fuerzas políticas del país.
Fox había ganado la elección tan contundentemente en contra de Francisco
Labastida Ochoa-más de seis por ciento de
diferencia-que era lógico y además prudente que el primer Presidente de la
República emanado de otro partido político distinto al que gobernó México desde
la Revolución de 1910 lo hiciera. Craso error, Vicente fue un dechado de
banalidades, incongruencias y dislates que tuvieron al país al borde de la
inanición social. El de Guanajuato no entendió ni por un momento la realidad de
un país que había sembrado en él todas sus esperanzas y se tornó en un
autócrata.
Felipe Calderón se dedicó casi la totalidad de
su mandato a legitimarse como mandatario. Su actuación siempre redundó en
demostrarle a la población que el supuesto fraude del 2006 con el que llegó al
poder no fue real y que él era mejor hombre de Estado que AMLO. Calderón se
rodeó del ejército y la marina y le declaró unilateralmente la guerra al
narcotráfico sin que alguien le pusiera al tanto de que la iba a perder en el
corto plazo. A Felipe ni se le ocurrió pacto alguno, el PRI se sumó a su
mandato y fue el aliado más confiable que pudo tener en las dos cámaras. La
verdadera oposición del priismo vino de las gubernaturas. Ahí fue donde
Calderón y el PAN perdieron la elección presidencial del 2012. Toneladas de
dinero fluyeron desde los Estados en favor de los candidatos del PRI y para
muestra ahí están los ignominiosos gobiernos de Humberto Moreira, Fidel Herrera
Beltrán, Mario Marín, Ulises Ruiz y Andrés Granier.
El “Pacto
por México” le dio el adiós al PRD. “Los
Chuchos” no aguantaron la presión de AMLO y sus huestes. Muy a pesar de los
múltiples aplausos del gobernador de Morelos en favor de éste acuerdo y a favor
de apoyar al Presidente Peña Nieto en su reforma energética, el PRD se levantó
de la silla y dejó un hueco que de inmediato cubrió el PAN. A estas fechas no
hemos leído cual va a ser la posición que tome Graco Ramírez con respecto a la
salida de su partido. Tal vez y ahora se dé cuenta de que la elección
intermedia del 2015 en Morelos va a ser muy dura para él. Tal vez ahora
recapacite y se ponga las pilas, trate de acordar con aquellos actores sociales
de la izquierda que lo ven proclive al halago simplón y rampante en favor de
políticas que emanan de la Presidencia de la República.
El que más gana con la decisión del PRD es
Morelos. Nuestro Estado se verá fortalecido desde el centro del país al no
tener ya ningún compromiso el Presidente Peña Nieto con quién seguro estoy se
autonombra como el operador más importante dentro de ese partido. Ahora le toca
al PRI-Morelos el destacarse como una opción oposicionista al gobierno del
Estado. De poco o nada ayudan las declaraciones zalameras y entreguistas de su
delegado especial, Jorge Shciaffino debe de entender y comprender al morelense
primero. Debe de ser muy cuidadoso en sus posiciones con el gobernador, el
volver a errar en ellas sería tanto como llevar al cadalso a su partido en el
2015. La gente está harta del gobernador.
JABONAZO
Jorge Schiaffino culpó la inseguridad en
Morelos a un problema nacional. ¿Será que éste señor no lee los estudios serios
sobre ello, no lee los diarios o no ve los programas de investigación? ¡Qué
alguien le explique!
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