“Mal
empieza la semana para quien ahorcan en lunes”
así versa el refrán y éste pareciera que le queda como “anillo al dedo” al gobernador de Morelos. Sus desatinadas
declaraciones-muy comunes en él-con
respecto al cambio de estrategia en el rubro de la (in) seguridad en Morelos,
más que ayudar, me parece que enrarecen el ya de por si virulento ambiente. En
las oficinas del Palacio de Gobierno el
pasado día lunes 10 de marzo, el todavía gobernador de Morelos afirmó: “El problema de falta de seguridad en la zona
conurbada de Cuernavaca se debe a la proliferación de motocicletas sin
regularizar y al exceso-eso entendí-de
alcohol en las calles” (sic).
En efecto, hemos
escuchado que el hampa en Cuernavaca-cada
día más presente-a utilizado las motocicletas como medio de transporte para
efectuar sus crímenes. Para todos quedó claro que el asalto violento al hermoso
y emblemático restaurante “El Secreto” de
nuestro querido amigo Rafael Guerrero la semana pasada y cuyas imagines
recorrieron medio mundo, fue producto de la bien coordinada acción de seis motociclistas en colusión con mandos de
la Policía Municipal o Estatal. Ese día del robo la única patrulla-por cierto pagada por TODOS los
restauranteros de la Av. Teopanzolco-estaba descompuesta. Qué cómodo y que
conveniente resultó ello para los malosos.
Morelos entró de lleno
en una vorágine de descomposición social súbita. La desatención del gobernante
de esta Entidad Federativa es visible y palpable en casi todos los sectores de
la sociedad. La “declaracionitis” del
gobernador culpando a los gobiernos anteriores del PAN y del PRI, más que
ayudarlo, exacerba los ánimos de la gente que se pregunta diariamente lo
siguiente: ¿Qué no se dará cuenta de que
lleva ya casi año y medio en el poder?
Pero, a Graco Ramírez
no solo se le ha descompuesto el asunto de la seguridad. Es patente y no se
necesita ser ningún erudito para cerciorarse de que la economía de Morelos anda
mal, no solo mal, apuntaría que pésima. El rubro del Comercio y los Servicios
es quien da al Estado más del 75% de la movilidad económica y estos andan “arrastrando la cobija”. Para muchos es
sabido que la ocupación hotelera estatal ha bajado considerablemente y que
muchos hostales se están manteniendo de milagro. Menos del 30% de ocupación en
promedio traen los hosteleros de Morelos.
Ni que decir de los
bares, discoteques y restaurantes, rubros que otrora fueran orgullo nacional,
ahora se encuentran en la inanición económica. De aquel emblemático titulo que
Cuernavaca compartía con Miami y Mónaco no queda nada: “Sunny place, for shady people” es solo una leyenda.
El campo morelense en
su peor momento, las escuelas de verano no existen, los miles de turistas
extranjeros dejaron de venir, los balnearios subsisten por las visitas de la gente
local y Oaxtepec sigue cerrado desde hace años. Tequesquitengo está en la mira
de los desarrolladores de vivienda y con ello habrán acabado con una mina de
oro en ciernes turística. La “Arena
Teques” en total olvido y ahora se le ocurre al gobierno estatal presentar
a artistas como Sting y Bruno Mars, para los cuales no existen las condiciones
de infraestructura y seguridad en estos momentos. Pan y circo again.
Declaraciones
triunfalistas van y vienen. El secretario de SEDECO, Julio Mitre Zendejas aplaude
como logro económico el que tres tiendas de conveniencia “Seven Eleven” se instalen en Cuernavaca, al rato seguro también
afirmará que los vendedores ambulantes de “Ice
cold” también son logros de su administración. ¡De vergüenza!
En fin, la triste realidad
de Morelos es qué desde que llegó este gobierno de la Nueva Visión las cosas se
salieron de control. El INEGI, Instituto Nacional de Geografía y Estadística,
dio a conocer su último reporte de de la actividad económica estatal, 30 de
enero del 2014, en el se observa como el Estado de Morelos tuvo en crecimiento económico de CERO.
No solo la violencia y
la criminalidad están mal en Morelos, la economía está por los suelos y urge
pedirle cuentas al gobernante. Si tiene dudas de lo aquí escrito cheque: http://goo.gl/1jH7v
JABONAZO
Más del 75% de los
insumos que compra el Gobierno de Morelos lo hace fuera del Estado y desde
oficinas en Polanco en el DF. ¿Cómo crecer si la masa monetaria se va a otros
lares?
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