Finalmente uno de los “Chuchos” mayores no aguantó la presión
partidista y decidió dejar la presidencia nacional de ese instituto político,
el PRD. Carlos Navarrete no estuvo a la altura de las circunstancias de un
partido que se desgrana a un ritmo vertiginoso y que si no lleva a cabo cambios
en sus estructuras internas y hace un viraje de timón de ciento ochenta grados
difícilmente será una opción de izquierda seria para la ciudadanía en el 2018.
Desde la llegada de los “Chuchos” a la titularidad del “Sol Azteca” las cosas vinieron para
mal. Se dice que la “ayudita” que le
dio Felipe Calderón a Jesús Ortega para llegar a la presidencia del PRD fue
toral para que desde allí se tendieran puentes con la Presidencia de la
República, pasando por encima de aquellos viejos militantes que esperaban una
sana distancia con el titular del ejecutivo federal. Con ello dejaron el PRD,
Andrés Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas, iconos de la lucha
izquierdista en este país.
En esta nueva
administración “Chuchista” vimos
azorados como un partido político que
había surgido de la oposición de gente tan reconocida como Ifigenia Martínez,
Porfirio Muñoz Ledo y desde luego el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, al PRI-Gobierno
de esa aciaga época política en México, ahora se entregaban en los brazos de
Enrique Peña Nieto, buscando canonjías a favor no del partido, sino de un
grupúsculo de simuladores que se desgañitaban en loas para el famoso “Pacto por México”.
Tal vez el primer
besamanos desde el PRD, en esa lógica entreguista al poder federal fue de Graco
Ramírez. El gobernador de Morelos una vez que supo que la elección del 2012 le era
a su favor, ipso facto reconoció el triunfo de Enrique Peña Nieto sobre su
paisano Andrés Manuel Lopez Obrador, al cual desde esa momento no lo bajó(ja)
de Mesías y de liderar más que un partido político, a una congregación semi
religiosa llamada MORENA. Lo que nunca reconoció Ramírez Garrido públicamente
es que ese “Mesías” fue el que le dio
los votos necesarios para ganar en contubernio con una parte del PRI-Morelos,
la gubernatura que hasta este día ostenta.
La segunda y más servil
que la primera, fue el 8 de agosto del 2013 en Anenecuilco, Morelos, en una
ceremonia similar a la que no asistió el pasado sábado 8 de agosto, en donde un
gobernador al borde del frenesí mediático afirmó:
“Para
muchos el regreso del PRI representaba ir para atrás, ¿pero que ha
representado?, que ha caminado con todos, y cuando hay desacuerdos privilegia
el acuerdo”,
“México
necesita de acuerdos como los que construye el presidente Peña Nieto.
“Con esa visión, es como se honra al general Emiliano Zapata”
“Con esa visión, es como se honra al general Emiliano Zapata”
Estas
son las actitudes que tienen al PRD al borde de la sepultura política en
Morelos y en México. Por si esto no fuera suficiente, aquí en Morelos el
gobernador impuso a su hijastro como titular del “Sol Azteca” pasando por encima de militantes tan reconocidos como
Nacho Suarez Huape, Jesús Rosas, Fidel Demedicis, José Luis Correa V. y Tacho
Solís, entre muchos otros. La designación de este personaje llevó sin duda a la
debacle electoral que sufrieron en el pasado de 7 de junio y todo parece
indicar que difícilmente podrán quitárselo de encima en el mediano plazo, la
coraza política que quieren imbuirle desde la Casa de Gobierno tiene su razón
de ser al tener sobradas razones para pensar que el “delfín” de la primera dama del Estado pueda ser sometido ante las
autoridades judiciales en el corto plazo. Se sabe que la Unidad de Inteligencia
de la PGR estaría sobre los huesos del hijastro y muchos de los incondicionales
que han hecho fortunas súbitas al amparo del poder.
Por si
todo lo anterior fuera poco, hace unos días dejaron de existir dos de los
baluartes que el PRD tenía en Morelos. Ignacio Suarez Huape y José Luis Correa
Villanueva se adelantaron a nosotros. Nacho con una entrega total a las causas
de la izquierda, nunca tuvo reparo en enfrentarse a cuanto gobernador se sabía
que andaba en malos pasos. Nacho participó en la salida de Carrillo Olea como
diputado y después fue un acre crítico de Sergio Estrada Cajigal, al cual las
circunstancias matemáticas del H. Congreso local lo mantuvieron en la
gubernatura después del juico político que se le inició y tan solo por un
controvertido voto de un diputado entreguista no prospero.
Correa
Villanueva fue muy cercano a Graco. Manejó la subsecretaria de gobierno en
donde hay muchos que opinan que abusó de esa posición tratando de cubrir a su
amigo el gobernador. Me niego a pensar en ello, creo que José Luis fue un
hombre de principios y tal vez, en esa miseria humana de la cual nadie está
exenta, pudo haber cometido algún exceso en detrimento de su persona.
El PRD
es un partido que hizo mucho por México y por Morelos, no se entiende el cambio
democrático de la tercera parte del siglo pasado sin su activísima presencia
política. Muñoz Ledo, Cárdenas Solórzano e Ifigenia, entre otros, no estuvieron
equivocados, quienes se equivocaron fueron aquellos que vendieron a ese
instituto político por un plato de lentejas, el pueblo se los cobre.
JABONAZO
Este día
la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos sostendrá un encuentro con
las fuerzas armadas en Cuautla. El abanico se empieza abrir y los ciudadanos
encuentran dialogo con quien aparentemente era imposible hacerlo.
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