2800 millones, ¿dónde quedaron?

Cuando me pongo a pensar en cantidades de dinero tan descomunales como dos mil ochocientos millones de pesos me quedo perplejo. Existimos personas que pocas veces en la vida hemos visto más allá de unos cuantos cientos de miles de pesos en nuestras escuálidas cuentas de cheques y más aún, difícilmente una institución bancaria nos daría siquiera un raquítico crédito de más de trescientos mil pesos para comprar alguna de las miles de casas de Geo en Morelos. En buen cristiano, la gran mayoría de los morelenses no calificamos para que se nos otorgue un empréstito de un millón de pesos.

¿Cómo fue entonces que le autorizaron a Graco Ramírez un crédito tan grande? Creo que antes que nada habría que reconocer que los gobiernos del PAN fueron medianamente consientes y no endeudaron al Estado más de lo que realmente se podía pagar. La locura viene una vez que el PRD se hace de la gubernatura y decide-en contubernio con parte del poder legislativo-constituir algo así como cinco nuevas secretarías de despacho. La dirección del transporte pasó a ser la Secretaría de Movilidad y Transporte, el Instituto de Cultura pasó a ser la poderosa e ineficiente Secretaría de la Cultura, la dirección de Comunicación Social pasó a ser la Secretaría de Información y Comunicación, la Oficialía Mayor pasó a ser la Secretaría de Administración, el área de atención ciudadana del gobernador pasó a ser la Secretaría Técnica de la Gubernatura, eso sin contar la Secretaría de Desarrollo Sustentable y la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología.

Con estas nuevas cargas financieras a cuestas el gobernador de Morelos-con nula experiencia en la administración pública-se da a la tarea de iniciar la aventura de tratar de gobernar un Estado que no lo vio nacer y mucho menos crecer, el cual conoce poco, por no decir que nada. Así las cosas, solo el primer trimestre de su administración, el gasto se elevó en cantidades demenciales, recordemos que “de golpe y porrazo” el gobernador decidió “remodelar” sus oficinas a un elevadísimo costo de más de quince millones de pesos. No contento con ello, también se dio a la tarea-con empresas de fuera de Morelos-de cambiar la “fisonomía” de la vieja Casa Morelos-lugar en donde viven los titulares del poder ejecutivo en funciones-y ahí se habría gastado la suma no menor de otros quince millones de pesos, eso sin contar que en esa “Casa de todos los Morelenses” se empezaron a brindar desayunos, comidas y cenas al mejor nivel de México, buenos vinos franceses, embutidos de alto nivel, caviar de beluga, sin faltar desde luego una enorme y bien surtida cantina que es la fascinación de propios y extraños a un costo exorbitante.

Pero, el bisoño gobernador apenas empezaba la debacle financiera del Estado de Morelos. Al cabo de los meses se empezó a dar cuenta de que alguien le había engañado y que esas cinco secretarías, además de los gastos superfluos de su gobierno estaban llevando a la quiebra a su administración. Alguien por ahí le sugirió la trasnochada idea de hipotecar a Morelos y le sugirió que con sus relaciones en el centro del país pudiera presionar para que le fuere autorizado-principalmente por el PRI-un endeudamiento por 2300 millones pesos, con el prurito de que con ello el Estado podría entrar de lleno en una bonanza económica a mediano y largo plazo. El Pacto por México estaba vigente y al Presidente Peña Nieto le interesaba sacar adelante sus reformas estructurales, de ahí que a través-dicen-del Secretario de Hacienda, Luis Videgaray-Graco muy cercano a él-llegó la orden desde el CEN del PRI a sus diputados en Morelos, dejándolos en libertad de votar, pero con la consigna de que el centro no veía mal el endeudar al Estado de Morelos en esa cantidad descomunal.

Finalmente el crédito se aprobó. El PAN y dos diputados del PRI votaron en contra de ello. El gobernador Ramírez les había prometido 500 millones de pesos más para su nueva sede legislativa, así como varios millones de pesos para que cada uno de los representantes populares que hubieren votado a favor de ello pudieran hacer promoción de sus personas ante su electorado. Al final esas cantidades para los diputados solo llegaron para los del PRD y PT.

Los gastos superfluos siguieron a diestra y siniestra. El gobernador en ese “frenesí” de gastar lo que no le pertenece, se dio a la tarea  de construir ese “elefante blanco” llamado “Arena Teques” a un costo no menor de otros cuarenta millones de pesos. Solo al artista de apellido Beskin le habría pagado catorce millones de pesos por hacer unas bien trazadas grecas en el piso del local.

Después vendría la chifladura de presentar a Plácido Domingo en ese lugar de Tequesquitengo. No se sabe a ciencia cierta cuál fue el costo de esa presentación, sin embargo los que saben  comentan que la misma no habría costado menos de otros cincuenta millones de pesos, dinero que difícilmente habría sido compensado con la venta de los boletos para ese acto. Todavía a estas fechas no sabemos cuánto fue el costo deficitario de esa megalomanía del gobernador Ramírez. Y ni que decir de aquella campaña publicitaria en donde la bella actriz del cine nacional Karla Souza, con poco o nulo arraigo en Morelos, cobró la no menor suma de otros trece millones de pesos por promover a “Morelos es”. Millones y millones al por mayor.

El gobernador de Morelos también cambió de vehículos oficiales y así de la noche a la mañana desdeñó el equipo de transporte de su antecesor y adquirió-por recomendación del ejército mexicano dixit-una enorme y súper blindada camioneta Suburban turbocargada con un valor aproximado de otros dos millones de pesos, así como camionetas para todos y cada uno de los secretarios de despacho a costo de otros doce millones de pesos más. Solo el secretario de gobierno y su familia traen consigo tres camionetas con cargo al erario público.

Pasaron unos pocos meses de la presentación del tenor español en la “Arena Teques” y desde la secretaría de turismo volvieron a anunciar un nuevo espectáculo. Mijares y Emmanuel se presentaron el 17 de mayo pasado con una mediocre entrada real, la verdad es que desde el gobierno del Estado tuvieron que obsequiar miles de boletos para medio llenar el lugar. Pronto se supo que en esta nueva locura, el costo de la presentación de los exitosos cantantes mexicanos habría estado inflada en más del doble de lo que normalmente cobran, es decir, de los 5 millones que regularmente cobran, aquí en Morelos se les habría contratado por una suma que ronda los quince millones de pesos. ¿Cuánto costó y cuanto dejó este espectáculo? eso solo lo saben aquellos que lo organizaron desde el gobierno y esas cifras parece estarán escondidas hasta que la ASF tome cartas en el asunto y eso será hasta el mes de marzo del 2015.

Pero, el monumento a la discrecionalidad financiera del gobierno de la Nueva Visión, ahora llamado Visión Morelos dado el rotundo fracaso del anterior, es sin duda la “remodelación” del Estadio Agustín “Coruco” Díaz, ahí la manipulación  de las cifras, así como la asignación directa de los contratos a empresas de fuera de Morelos y supuestamente al ahora consuegro del gobernador, un individuo de apellido Prida no tiene parangón. De la cifra inicial de trescientos millones de pesos, se habría ido a la descomunal de ochocientos y no tardaremos en saber que hubo otros “rubros” que no estaban programados y así se pudiera llegar a la cifra final de los casi mil millones de pesos.

Haga sus cuentas amable lector. Millones y millones en ocurrencias y dislates, otros cientos de millones de pesos más en la obra del Coruco Díaz, viajes y más viajes del gobernador y su familia, automóviles, gastos de representación y viáticos casi ilimitados. Compra de obras de arte moderno para la Casa Morelos, boda de uno de los hijos en Casa Morelos, guaruras, celulares, gasolinas y una enfermiza inclinación a gastar y gastar a lo loco tienen a Morelos al borde del caos financiero.

Sin embargo, aunado a todo lo anterior, el gasto mayor de los 2800 millones de pesos se fue para cubrir sueldos y salarios de la elevadísima nomina que trae a cuestas los compromisos de Graco Ramírez en campaña, de ahí que ya empieza a sonar la posibilidad real de deshacer mucho del entuerto que se dio al conformar cinco secretarías de despacho más, con sueldos que rondan los 100 mil pesos promedio a sus titulares, subsecretarios y directores. Haga una prueba y métase por la red a una de las páginas de estas dependencias y se dará cuenta de la enorme cantidad de personal que allí labora, personal que seguramente serán compromisos electorales y de otra índole, como primos, hermanos y uno que otro amante, dada la inclinación a lo erótico-sentimental que ronda al gobierno de Morelos desde que el PRD llegó al poder. Cheque http://www.transparenciamorelos.mx/sites/default/files/Directorio_39.pdf y cerciórese del personal que depende de la secretaria ejecutiva de la gubernatura, Elizabeth Anaya Lazurtegui, por cierto una funcionaria que no cumple con la constitución de Morelos al no tener los diez años mínimos de residencia para ese puesto.

JABONAZO

Los fideicomisos constituidos por el gobierno de Morelos deben de pasar forzosamente por la aprobación del H. Congreso. Entonces: ¿Cómo es que existe un titular del fideicomiso del Estadio “Coruco” Díaz en Zacatepec si este no ha sido aprobado por los diputados? ¡Cosas veredes amigo Sancho! Otra causal de juicio político.