Desde el primero de
octubre del 2012 el novel gobernador de Morelos, Graco Ramírez Garrido Abreu,
caviló en la manera de endeudar al Estado que empezaba a gobernar. Sus afanes
trasnochados de seguir escalando en la política nacional le hacían pensar que
si un tipo como Enrique Peña Nieto había podido llegar a la grande, porque no
él que tenía decenas de años en el intríngulis de la política zalamera y
entreguista. Seguramente alguno de los compinches que tiene en cercanía le opinó
en la posibilidad real de endeudar a Morelos y desde ahí darle una buena
mordida a los recursos monetarios que fluirían a raudales.
Para finales del 2012
Graco y su sequito de advenedizos, le aconsejaron que tal vez si se invitaba a
los depauperados municipios a firmar un “Pacto
Hacendario” este sería sin duda un motivo sólido para qué, el H. Congreso, le
aprobara un crédito millonario para supuestamente ayudar a los municipios en
desgracia económica. Así el gobierno de Graco les solicitó a los 33
ayuntamientos sus cartas de intención con la finalidad de redondear la enorme
cantidad y solicitarla a los diputados del momento.
Para Amacuzac solicitó
Graco ochenta y dos millones y medio de pesos, a Cuernavaca setecientos
cuarenta y cinco millones de pesos, para Tlaltizapán de Zapata veinticinco
millones y para Tlaquiltenango ciento diecinueve millones, así todos y cada uno
de los municipios les fue asignado una supuesta cantidad que recibirían una vez
aprobado y ejercido el crédito. Dos mil doscientos cuarenta y nueve millones de
pesos fueron solicitados para los municipios al H. Congreso vía el gobierno de
Graco el 10 de mayo del 2013. Ese fue el sustento político y económico que se
esgrimió para la autorización del empréstito de marras.
Dicen algunos que
participaron en la anterior legislatura que el más reacio a aprobarle el
crédito al gobierno de Graco era el PRI. El actual Presidente Municipal electo
de Jiutepec era uno de ellos, lo mismo que Manuel Martínez Garrigos, el cual
además era el Presidente del Comité Directivo Estatal. Cuentan que el mismo César
Camacho Quiroz los mandó llamar a la sede de ese partido en la Ciudad de México
y ahí les habría dicho que votaran de acuerdo a sus conciencias, sin embargo,
les hizo mención que habría que abonar a la gobernabilidad del Estado,
exactamente la misma estupidez que ahora esgrimen quienes echaron atrás el
acuerdo para presidir el H. Congreso y las comisiones del mismo. Ni Matías
Nazario, ni Rosalina Mazari le entraron a la aprobación del empréstito, lo
mismo hicieron los pocos diputados del PAN. Hay quienes aseguran que hubo de
por medio varios millones de pesos para la aprobación, mismos que nunca
llegaron al peculio de los diputados aprobadores.
2806 millones le
entregaron a Graco vía el endeudamiento, 500 de ellos eran para la nueva sede del
Palacio Legislativo, el resto en teoría, era para apoyar a los municipios, de
ahí el por qué no existan proyectos ejecutivos. El dinero de ese crédito era
para apoyar las pírricas cajas de los ayuntamientos, incluidos desde luego en
ellos, el de Cuernavaca. ¿Por qué Jorge Morales no reclamó los 745 millones que
le tocaban a su municipio? Eso solo lo sabrán los Presidentes en funciones,
ellos y los Cabildos que no han hecho absolutamente nada por reclamar esos
enormes recursos económicos ahora dilapidados a diestra y siniestra por un
gobernador locuaz, mentiroso y con ánimos de trascender, al costo que sea en la
política electoral en el 2018.
Hace unos días la propia
Adriana Flores Garza-de la cofradía de la
primera dama-aceptó que con el producto del endeudamiento se pagaron
quincenas atrasadas del IEBEM, además de varios proyectos ejecutivos y adeudos
supuestamente ocultos por la administración de Marco Adama Castillo y que no
fueron reportados al equipo de entrega-recepción que el propio Graco nombró una
vez que fue declarado gobernador electo del Estado de Morelos. ¿Usted lo cree
amable lector? Más bien pareciera que pudieron haber hecho mal uso de cuando
menos 1600 millones de pesos liquidando adeudos que la propia ley les impide
según el artículo 117 fracción VIII de nuestra Carta Magna.
NI UN SOLO PESO fue a parar
a las arcas de los municipios como en principio se autorizó. NINGUNA de las
obras contó con un proyecto ejecutivo previo y NINGUNA de las obras y gastos se
licitó como lo mandata la ley, más aún, violaron flagrantemente la Ley de Deuda
Pública del Estado de Morelos al pasarse por “El arco del Triunfo” varios mandatos que en ella se establecen.
La PGR tendrá que actuar
ante estas pruebas indubitables y el Juicio Político ahora se hace imperativo
para saber con certeza como están las finanzas de Morelos y poner a cada quien
donde debe de estar.
JABONAZO
“Le
voy a poner en la madre” habría externado el gobernador de
Morelos hacía mi persona. Lo habría hecho después de varias copas de vino
francés y frente a un amigo ¿mutuo? dedicado a la confección.