Este 4 de abril se cumplirán 5 meses del trágico accidente aéreo en donde perdiera la vida Juan Camilo Mouriño y José Luis Santiago Vasconcelos, Secretario de Gobernación y el Ex Zar antidrogas-que adjetivo tan sangrón-de nuestro país. Con inusitada velocidad el otrora Secretario de Comunicaciones y Transportes Luis Téllez Kuesler, ahora apodado “El grabado” le hacía “el caldo gordo” a la presidencia de éste país y casi, casi aseguraba que dicho percance aéreo se había debido a un penoso accidente, en donde-para no variar-todo indicaba que la falta de pericia de los pilotos podría ser la causa del mismo.
Mucho se habló de un atentado terrorista, de un atentado del narcotráfico, bueno hasta se llegó a sugerir que como el Avión Lear Jet 45 pasó por encima del Campo Militar Número uno en la Ciudad de México, desde ese lugar fuerzas militares al mando de Jefes en clara oposición al General Secretario Guillermo Galván Galván, podrían haber “bajado” la nave aérea en donde viajaban entre otros cinco tripulantes, estos encumbrados funcionarios públicos y así buscar la desestabilización del País entero, en donde podrían haberse dado levantamientos militares en la principales Ciudades Capitales de México, como Guadalajara, Monterrey, Puebla, etc.
Los días pasaron y desde la SCT se sugería la posibilidad real de un accidente. El Lear Jet 45 con exceso de velocidad no acata las ordenes del Radar del Aeropuerto de la Ciudad de México y se “encima” dentro de la estela de cola del avión de Mexicana de Aviación, un Airbus 320 que los antecedía. “Vortex” le llaman los eruditos de la aviación a este remolino enorme que algunas naves dejan en el cielo y que son las causantes en algunas ocasiones de accidentes aéreos de magnitudes enormes.
A los pocos días, se daba a conocer la versión estenográfica que desde los laboratorios de la Dirección de Aviación de los Estados Unidos se había sacado de la grabadora de cabina, y de la grabadora de vuelo “curiosamente” no se daba a conocer nada virtud de que el Avión Lear Jet la tenía en esos momentos saturada y no pudo grabar absolutamente nada de las variaciones técnicas del vuelo. ¿Qué raro?
¿Cuántas veces no hemos escuchado las voces de los pilotos en accidentes aéreos? Basta y sobra que sintonicemos el “Nat-Geo” o el “Discovery Channel” para que escuchemos los momentos previos de un accidente aéreo, ahí están los accidentes del Jumbo 747 que “bajaron” terroristas en Escocia o el lamentable accidente de Tenerife en los años 80s. En todos se escucha las voces de los pilotos. En éste caso de Mouriño, solo dieron a conocer la versión estenográfica, como si se quisiera que no se escucharan las voces de los pilotos o de alguien mas que estaba dentro de la cabina del avión.
En la versión que dio a conocer la SCT se lee claramente cuando despegan del Aeropuerto de San Luis Potosí, hasta la aproximación que hace el avión a la Ciudad de México en lo que se conoce como “Mateo” , previo a esto llega a la cabina del Lear Jet 45 un tercer piloto y dice lo siguiente, por favor abra su mente y lea con atención, el tercer “aviador” llega a la cabina justo cuando los pilotos le dicen a la sobrecargo Giselle Carillo que faltan once minutos para llegar al AICM, Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México:
“Ora sí, ya vine a manejar”, dice el tercer tripulante
-¿Ora sí?-le pregunta Álvaro Sánchez-piloto con más de treinta mil horas de vuelo.
“Ya…”, insiste el “nuevo piloto”
“Bueno, vámonos esteee…Martín (parece que ordena que ceda el asiento Álvaro, el piloto más joven)
Álvaro: “Luego nos abandona. Se quiere ir en el Grumman. Como lo ve muy grandote el Grumman…” (Se refiere a otro avión de la Secretaría de Gobernación, un Gulfstream-II) Y, como quien obedece de manera forzada, dice Martín: ¿pero yo, qué? Y en seguida: “Donde manda Capi…”
-No gobierna marinero…
El tercer hombre toma los controles y dice:
“Está bonito éste avión…está muy amplio también, ¿no?
¿Dos cincuenta es la altura? Pregunta también.
“No, es la velocidad”
-¿Son millas o kilómetros?
-No, son nudos-
Lo demás ya lo conoce Ud., llegan a la ciudad de México y no bajan la velocidad como se los ordena el Radar de México, confunde muchos de los instrumentos de la cabina, hasta que sucede el hecho, en donde éste tercer piloto empieza a maldecir a diestra y siniestra y a urgir a Álvaro que tome los controles del avión, ya que éste había caído vertiginosamente en barrena.
¿Quien era éste sospechoso individuo que llegó a la cabina y casi ordenando toma los controles del avión Lear Jet 45?, ¿A quien le pueden “soltar” los controles de un avión en pleno vuelo sin contar con los conocimientos necesarios?
A Juan Camilo Mouriño, solo a él le pudieron haber “soltado” los controles del avión y haberse referido a él los pilotos con tanta humildad y sometimiento: ¿Quien podría usar el otro avión-mas grande-de la Secretaría de Gobernación? solo Mouriño.
JABONAZO
Un amigo capitán de Avión Boeing 777 que vuela para “Emirates Fly” le muestro la versión estenográfica de la conversación de cabina y dice: A éste cuate lo pusieron a volar, ahí están las consecuencias.
Mucho se habló de un atentado terrorista, de un atentado del narcotráfico, bueno hasta se llegó a sugerir que como el Avión Lear Jet 45 pasó por encima del Campo Militar Número uno en la Ciudad de México, desde ese lugar fuerzas militares al mando de Jefes en clara oposición al General Secretario Guillermo Galván Galván, podrían haber “bajado” la nave aérea en donde viajaban entre otros cinco tripulantes, estos encumbrados funcionarios públicos y así buscar la desestabilización del País entero, en donde podrían haberse dado levantamientos militares en la principales Ciudades Capitales de México, como Guadalajara, Monterrey, Puebla, etc.
Los días pasaron y desde la SCT se sugería la posibilidad real de un accidente. El Lear Jet 45 con exceso de velocidad no acata las ordenes del Radar del Aeropuerto de la Ciudad de México y se “encima” dentro de la estela de cola del avión de Mexicana de Aviación, un Airbus 320 que los antecedía. “Vortex” le llaman los eruditos de la aviación a este remolino enorme que algunas naves dejan en el cielo y que son las causantes en algunas ocasiones de accidentes aéreos de magnitudes enormes.
A los pocos días, se daba a conocer la versión estenográfica que desde los laboratorios de la Dirección de Aviación de los Estados Unidos se había sacado de la grabadora de cabina, y de la grabadora de vuelo “curiosamente” no se daba a conocer nada virtud de que el Avión Lear Jet la tenía en esos momentos saturada y no pudo grabar absolutamente nada de las variaciones técnicas del vuelo. ¿Qué raro?
¿Cuántas veces no hemos escuchado las voces de los pilotos en accidentes aéreos? Basta y sobra que sintonicemos el “Nat-Geo” o el “Discovery Channel” para que escuchemos los momentos previos de un accidente aéreo, ahí están los accidentes del Jumbo 747 que “bajaron” terroristas en Escocia o el lamentable accidente de Tenerife en los años 80s. En todos se escucha las voces de los pilotos. En éste caso de Mouriño, solo dieron a conocer la versión estenográfica, como si se quisiera que no se escucharan las voces de los pilotos o de alguien mas que estaba dentro de la cabina del avión.
En la versión que dio a conocer la SCT se lee claramente cuando despegan del Aeropuerto de San Luis Potosí, hasta la aproximación que hace el avión a la Ciudad de México en lo que se conoce como “Mateo” , previo a esto llega a la cabina del Lear Jet 45 un tercer piloto y dice lo siguiente, por favor abra su mente y lea con atención, el tercer “aviador” llega a la cabina justo cuando los pilotos le dicen a la sobrecargo Giselle Carillo que faltan once minutos para llegar al AICM, Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México:
“Ora sí, ya vine a manejar”, dice el tercer tripulante
-¿Ora sí?-le pregunta Álvaro Sánchez-piloto con más de treinta mil horas de vuelo.
“Ya…”, insiste el “nuevo piloto”
“Bueno, vámonos esteee…Martín (parece que ordena que ceda el asiento Álvaro, el piloto más joven)
Álvaro: “Luego nos abandona. Se quiere ir en el Grumman. Como lo ve muy grandote el Grumman…” (Se refiere a otro avión de la Secretaría de Gobernación, un Gulfstream-II) Y, como quien obedece de manera forzada, dice Martín: ¿pero yo, qué? Y en seguida: “Donde manda Capi…”
-No gobierna marinero…
El tercer hombre toma los controles y dice:
“Está bonito éste avión…está muy amplio también, ¿no?
¿Dos cincuenta es la altura? Pregunta también.
“No, es la velocidad”
-¿Son millas o kilómetros?
-No, son nudos-
Lo demás ya lo conoce Ud., llegan a la ciudad de México y no bajan la velocidad como se los ordena el Radar de México, confunde muchos de los instrumentos de la cabina, hasta que sucede el hecho, en donde éste tercer piloto empieza a maldecir a diestra y siniestra y a urgir a Álvaro que tome los controles del avión, ya que éste había caído vertiginosamente en barrena.
¿Quien era éste sospechoso individuo que llegó a la cabina y casi ordenando toma los controles del avión Lear Jet 45?, ¿A quien le pueden “soltar” los controles de un avión en pleno vuelo sin contar con los conocimientos necesarios?
A Juan Camilo Mouriño, solo a él le pudieron haber “soltado” los controles del avión y haberse referido a él los pilotos con tanta humildad y sometimiento: ¿Quien podría usar el otro avión-mas grande-de la Secretaría de Gobernación? solo Mouriño.
JABONAZO
Un amigo capitán de Avión Boeing 777 que vuela para “Emirates Fly” le muestro la versión estenográfica de la conversación de cabina y dice: A éste cuate lo pusieron a volar, ahí están las consecuencias.
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