Sacadas de la difícil época de la democracia española del último cuarto del siglo pasado, cuando se vivieron momentos espinosos en la transición de la Madre Patria, las diputaciones plurinominales o más bien dicho curules de partido, son y seguirán siendo “botín” político de quien manda en los distintos institutos políticos ya sea a nivel nacional como a nivel local.
Don Jesús Reyes Heroles allá por el año 1977 maduró que sería mejor bajar a la izquierda beligerante al Congreso de la Unión y no tenerlos armados y agazapados en las Sierras del los Estados del Sur de la República como Guerrero, Oaxaca, Morelos y Chiapas. Razón tuvo el preclaro ex Secretario de Gobernación para convencer al presidente en turno, José López Portillo, de darle la oportunidad a los partidos y movimientos sociales de izquierda combativos de tener representación en el Congreso de la Unión.
“Todo lo que resiste, apoya” diría Reyes Heroles y así al cabo de unas cuantas semanas la Ley de Reforma Política era una realidad al pasar por todos los Congresos Locales, los cuales hicieron lo propio y a partir de las siguientes elecciones tuvieron representación dentro de sus Cámaras de Diputados a representantes de partido. Así nacieron también en Morelos las famosas “Pluris”.
Como cereza en el helado, Don Jesús logró pasar también una novedosa Ley de Amnistía, en donde grupos muy violentos y radicales lograban estar dentro de la Ley, entre otros, La liga 23 de Septiembre, El Partido de los Pobres, El Movimiento de Acción Revolucionaria, además del partido de Heberto Castillo, El Partido Mexicano de los Trabajadores o PMT.
La idea era muy buena, darle representación a quienes nunca habrían podido tenerla, ahí desde el Congreso de la Unión, se podría coptar-comprar-a diputados de la oposición que no tuvieran una marcada forma de pensar democrática. Así el PST, Partido Socialista de los Trabajadores, en manos de Rafael Aguilar Talamantes, Graco Ramírez Garrido y Jesús Ortega Martínez, entre otros, le hicieron el caldo gordo al PRI, que le urgía tener aliados dentro del Congreso, además de los partidos satélites como PARM y el PPS los cuales le debían la franquicia al PRI.
Se aumentó de trescientos a quinientos los diputados federales, trescientos de votación directa y doscientos de representación proporcional, es decir, de acuerdo al número de votos obtenidos por los candidatos en elección directa, los partidos podrían acceder a tener una parte proporcional de representantes populares en el Congreso de la Unión. La guerra ya se empezaba a desatar internamente en los partidos políticos por esas posiciones.
En Morelos también funcionó más o menos igual, de dieciocho diputaciones directas, aumentó a treinta, casi un cuarenta por ciento de la representación popular está en manos de diputados de partido o pluris, que lo único que han hecho-casi todos-es estar en medio de la burocracia de sus respectivos partidos, esperando la hora de volverse a trepar al columpio del erario público.
No hacen campaña, no proponen nada, no aportan económicamente nada a las campañas de sus compañeros, pero eso si, dependen del desempeño que éstos logren. Muchos de ellos no llegarán a ocupar una curul, solo entre tres y cuatro por partido político importante son los que llegaran finalmente a ser diputados.
Hace unos días al reconocido penalista Cipriano Sotelo presentó al pleno del Congreso Local una iniciativa en donde se pretende castigar a lo que él le llama: “Fraude Político”. Aquel cuate que llegue a la posición que buscó electoralmente y no cumpla con lo prometido, será acreedor a éste delito dentro del Código Penal.
La idea es novedosa y buena, solo que debería se ser acompañada también de algunas otras reformas, entre ellas el hecho de que un diputado de partido-si es que todavía existe-no pueda renunciar a su curul y pasarse a las siglas de otro partido, o declarase independientes, no pueden renunciar anticipadamente para buscar otra posición electoral, podrán ser reelegidos por un periodo más de tres años, esto sería extensivo también a los Presidentes Municipales.
En lo personal estoy convencido que los diputaciones plurinominales ya tuvieron su razón de ser y existir, la democracia en Morelos no requiere más de ésta figura electoral. Debe de desaparecer y darle oportunidad a diputaciones de elección directa.
Hay les van algunos nombres para diputaciones pluris en éste Julio del 2009: Rabin Salazar, Manuela Sánchez, Fidel de Médicis por el PRD, por el PRI, Memo del Valle, Samuel Palma Cesar, Víctor Saucedo Perdomo, por el PAN Jesús Giles Sánchez y los que la Sagrada Familia ordene, por Convergencia Luis Arturo Cornejo y Jaime Álvarez como pluri federal.
¿Notó algunos nombres nuevos?
No, desde luego que no...
JABONAZO
¿No que las campañas son con altura de miras? Ya se están empezando a dar con todo…
Don Jesús Reyes Heroles allá por el año 1977 maduró que sería mejor bajar a la izquierda beligerante al Congreso de la Unión y no tenerlos armados y agazapados en las Sierras del los Estados del Sur de la República como Guerrero, Oaxaca, Morelos y Chiapas. Razón tuvo el preclaro ex Secretario de Gobernación para convencer al presidente en turno, José López Portillo, de darle la oportunidad a los partidos y movimientos sociales de izquierda combativos de tener representación en el Congreso de la Unión.
“Todo lo que resiste, apoya” diría Reyes Heroles y así al cabo de unas cuantas semanas la Ley de Reforma Política era una realidad al pasar por todos los Congresos Locales, los cuales hicieron lo propio y a partir de las siguientes elecciones tuvieron representación dentro de sus Cámaras de Diputados a representantes de partido. Así nacieron también en Morelos las famosas “Pluris”.
Como cereza en el helado, Don Jesús logró pasar también una novedosa Ley de Amnistía, en donde grupos muy violentos y radicales lograban estar dentro de la Ley, entre otros, La liga 23 de Septiembre, El Partido de los Pobres, El Movimiento de Acción Revolucionaria, además del partido de Heberto Castillo, El Partido Mexicano de los Trabajadores o PMT.
La idea era muy buena, darle representación a quienes nunca habrían podido tenerla, ahí desde el Congreso de la Unión, se podría coptar-comprar-a diputados de la oposición que no tuvieran una marcada forma de pensar democrática. Así el PST, Partido Socialista de los Trabajadores, en manos de Rafael Aguilar Talamantes, Graco Ramírez Garrido y Jesús Ortega Martínez, entre otros, le hicieron el caldo gordo al PRI, que le urgía tener aliados dentro del Congreso, además de los partidos satélites como PARM y el PPS los cuales le debían la franquicia al PRI.
Se aumentó de trescientos a quinientos los diputados federales, trescientos de votación directa y doscientos de representación proporcional, es decir, de acuerdo al número de votos obtenidos por los candidatos en elección directa, los partidos podrían acceder a tener una parte proporcional de representantes populares en el Congreso de la Unión. La guerra ya se empezaba a desatar internamente en los partidos políticos por esas posiciones.
En Morelos también funcionó más o menos igual, de dieciocho diputaciones directas, aumentó a treinta, casi un cuarenta por ciento de la representación popular está en manos de diputados de partido o pluris, que lo único que han hecho-casi todos-es estar en medio de la burocracia de sus respectivos partidos, esperando la hora de volverse a trepar al columpio del erario público.
No hacen campaña, no proponen nada, no aportan económicamente nada a las campañas de sus compañeros, pero eso si, dependen del desempeño que éstos logren. Muchos de ellos no llegarán a ocupar una curul, solo entre tres y cuatro por partido político importante son los que llegaran finalmente a ser diputados.
Hace unos días al reconocido penalista Cipriano Sotelo presentó al pleno del Congreso Local una iniciativa en donde se pretende castigar a lo que él le llama: “Fraude Político”. Aquel cuate que llegue a la posición que buscó electoralmente y no cumpla con lo prometido, será acreedor a éste delito dentro del Código Penal.
La idea es novedosa y buena, solo que debería se ser acompañada también de algunas otras reformas, entre ellas el hecho de que un diputado de partido-si es que todavía existe-no pueda renunciar a su curul y pasarse a las siglas de otro partido, o declarase independientes, no pueden renunciar anticipadamente para buscar otra posición electoral, podrán ser reelegidos por un periodo más de tres años, esto sería extensivo también a los Presidentes Municipales.
En lo personal estoy convencido que los diputaciones plurinominales ya tuvieron su razón de ser y existir, la democracia en Morelos no requiere más de ésta figura electoral. Debe de desaparecer y darle oportunidad a diputaciones de elección directa.
Hay les van algunos nombres para diputaciones pluris en éste Julio del 2009: Rabin Salazar, Manuela Sánchez, Fidel de Médicis por el PRD, por el PRI, Memo del Valle, Samuel Palma Cesar, Víctor Saucedo Perdomo, por el PAN Jesús Giles Sánchez y los que la Sagrada Familia ordene, por Convergencia Luis Arturo Cornejo y Jaime Álvarez como pluri federal.
¿Notó algunos nombres nuevos?
No, desde luego que no...
JABONAZO
¿No que las campañas son con altura de miras? Ya se están empezando a dar con todo…
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