Como una fuerte bocanada de oxigeno puro para aquel que tiene enfisema pulmonar, así fue para el secretario de seguridad pública federal, Genaro García Luna, la detención del otrora poderoso brazo armado de Arturo Beltrán Leyva, Edgar Valdez Villareal (a) “La Barbie”. Después de un año y medio de arduas investigaciones y de traer a casi mil doscientas personas involucradas en la investigación, finalmente la semana pasada la PFP dio uno de los golpes, si no el más fuerte, si uno de los más multicitados mediáticamente. Felipe Calderón recibía lo noticia como si fuera un pedazo de oro puro. Ésta detención pondría a su muy cuestionada estrategia en contra del crimen organizado en un muy buen nivel nacional e internacional en vísperas de su cuarto informe de gobierno.
De inmediato empezaron a brotar voces que sugerían que la supuesta detención de “La Barbie” en la inmediaciones de Lerma, en el Estado de México, obedecía más a lógica de una auto entrega, que a una detención “per se”. La sonrisa que a veces exteriorizó éste personaje ante las cámaras de los medios de comunicación, mostraban a un criminal que exhibía serenidad ante sus captores. Ni un solo tiro hubo de por medio en su detención, Valdez Villareal, a diferencia de Arturo Beltrán Leyva e Ignacio Coronel los cuales fueron muertos a tiros por la marina armada de México y el ejercito, éste había doblado las manos ante la supuesta superioridad de la policía federal que lo tenía ya cooptado. Lo único que pudimos saber del famoso operativo, fue que muchas de las televisiones de plasma, relojes y joyas que estaban en poder del Capo en su casa, misteriosamente desaparecieron a la llegada de las huestes policiacas de García Luna. Alguien las sustrajo, sin que hasta ahora sepamos a ciencia cierta que fue de ellas.
De inmediato empezaron a brotar voces que sugerían que la supuesta detención de “La Barbie” en la inmediaciones de Lerma, en el Estado de México, obedecía más a lógica de una auto entrega, que a una detención “per se”. La sonrisa que a veces exteriorizó éste personaje ante las cámaras de los medios de comunicación, mostraban a un criminal que exhibía serenidad ante sus captores. Ni un solo tiro hubo de por medio en su detención, Valdez Villareal, a diferencia de Arturo Beltrán Leyva e Ignacio Coronel los cuales fueron muertos a tiros por la marina armada de México y el ejercito, éste había doblado las manos ante la supuesta superioridad de la policía federal que lo tenía ya cooptado. Lo único que pudimos saber del famoso operativo, fue que muchas de las televisiones de plasma, relojes y joyas que estaban en poder del Capo en su casa, misteriosamente desaparecieron a la llegada de las huestes policiacas de García Luna. Alguien las sustrajo, sin que hasta ahora sepamos a ciencia cierta que fue de ellas.
Y “La Barbie” empezó a hablar, con un inusitado ánimo, el inhumano criminal contestó a cada una de las preguntas que la Sub Procuradora de la SIEDO, Marisela Morales Ibáñez, le formuló. Una a una, fue confesando públicamente sus fechorías, dio fechas, datos generales, pero siempre guardando aquella información que todos queremos escuchar ¿A quien le pagaban en el gobierno estatal y municipal en Morelos? Una de las revelaciones más importantes fue aquella en donde aseveró a pregunta expresa de qué ¿De donde conocía a “El Azul” Esparrgoza? y contestó tranquilamente: De una junta que tuvimos en Cuernavaca en el 2007. Ahí estuvieron confesó, Joaquín El Chapo Guzmán Loera; Ismael El Mayo Zambada; Juan José Esparragoza, El Azul; Ignacio Coronel Villarreal; Arturo Beltrán Leyva; Gerardo Álvarez Vázquez, El Indio; Heriberto Lazca, El Lazca, y Miguel Treviño Morales, El 40, el único que mandó representante fue Vicente Carrillo Fuentes, él cual se comunicaba vía radio con Arturo Beltrán Leyva.
Nada más ocho de los nueve Capos más importantes de México, reunidos en la “Eterna Primavera” sin que nadie los molestara. ¿Por qué Cuernavaca sería la pregunta obligada? y la respuesta es más que obvia: Aquí contaban los cárteles con la protección de las autoridades de seguridad pública estatal y municipal. ¿Recuerda Ud. amable lector quienes eran los titulares de esas dos dependencias en esa fecha? En la estatal Luis Ángel Cabeza de Vaca, heredado convenientemente desde la muy señalada administración de Sergio Estrada-ahora millonario-por sus vínculos con el narcotráfico y en la municipal de Cuernavaca, Francisco Sánchez Gonzales, ambos detenidos y procesados por acusaciones directas de la SIEDO en mayo 15 del 2009, por su proclividad a brindar protección a Arturo Beltrán Leyva.
El 21 de Enero del 2008 la alianza se habría roto, el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano detenía en Culiacán, Sinaloa, al hermano menor del poderoso Capo Arturo Beltrán Leyva, Alfredo (a) El Mochomo. Con ésta acción se terminaría de cuajo con los pocos acuerdos de la “Cumbre de Cuernavaca” en el 2007. Mucho se señaló que “El Barbas” habría acusado directamente al “Chapo” de haber “puesto” al hermano pequeño. La guerra apenas empezaba y los dos titanes estaban a punto de medir sus poderosas fuerzas. El rompimiento entre Joaquín Guzmán Loera y Arturo Beltrán Leyva dejaría una estela de muerte en Sinaloa, Chihuahua y desde luego Morelos.
Nada más ocho de los nueve Capos más importantes de México, reunidos en la “Eterna Primavera” sin que nadie los molestara. ¿Por qué Cuernavaca sería la pregunta obligada? y la respuesta es más que obvia: Aquí contaban los cárteles con la protección de las autoridades de seguridad pública estatal y municipal. ¿Recuerda Ud. amable lector quienes eran los titulares de esas dos dependencias en esa fecha? En la estatal Luis Ángel Cabeza de Vaca, heredado convenientemente desde la muy señalada administración de Sergio Estrada-ahora millonario-por sus vínculos con el narcotráfico y en la municipal de Cuernavaca, Francisco Sánchez Gonzales, ambos detenidos y procesados por acusaciones directas de la SIEDO en mayo 15 del 2009, por su proclividad a brindar protección a Arturo Beltrán Leyva.
El 21 de Enero del 2008 la alianza se habría roto, el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano detenía en Culiacán, Sinaloa, al hermano menor del poderoso Capo Arturo Beltrán Leyva, Alfredo (a) El Mochomo. Con ésta acción se terminaría de cuajo con los pocos acuerdos de la “Cumbre de Cuernavaca” en el 2007. Mucho se señaló que “El Barbas” habría acusado directamente al “Chapo” de haber “puesto” al hermano pequeño. La guerra apenas empezaba y los dos titanes estaban a punto de medir sus poderosas fuerzas. El rompimiento entre Joaquín Guzmán Loera y Arturo Beltrán Leyva dejaría una estela de muerte en Sinaloa, Chihuahua y desde luego Morelos.
Arturo Beltrán Leyva es muerto en Cuernavaca el pasado 16 de Diciembre del 2009, de ahí para adelante Edgar Valdez Villareal “La Barbie” sostendría una encarnizada lucha con quien heredaría el Cártel de su hermano Arturo. Héctor Beltrán Leyva y un tío de “La Barbie” llamado Sergio Villareal (a) “El Grande” han teñido de sangre a Morelos. La venganza que ambos juraron llevar a cabo en contra de Valdez Villareal ha sido colosal.
La petición a Edgar Valdez Villareal es muy simple: ¿Qué nos diga, a quienes desde el gobierno de Sergio Estrada compraron para obtener la protección pública que ahora se sabe?
JABONAZO
Tras el incendio del mercado Adolfo López Mateos podrían surgir sorpresas. Tal vez uno de los “testaferros” del gobierno estatal estaría metido hasta el cuello. Su apellido: Rosas.
La petición a Edgar Valdez Villareal es muy simple: ¿Qué nos diga, a quienes desde el gobierno de Sergio Estrada compraron para obtener la protección pública que ahora se sabe?
JABONAZO
Tras el incendio del mercado Adolfo López Mateos podrían surgir sorpresas. Tal vez uno de los “testaferros” del gobierno estatal estaría metido hasta el cuello. Su apellido: Rosas.
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