Éste lunes pasado fue asesinado Rodolfo Torre Cantú, candidato puntero a ganar las elecciones de éste próximo domingo por el PRI en Tamaulipas. El clima en México se enrarece cada día más y el Presidente Calderón anda dando tumbos. Discursos van y vienen y el primer mandatario de la nación da la impresión de estar totalmente rebasado. Algunos sostienen que está engañado, la verdad es que todo parece indicar que no puede con el paquete.
Éste nuevo evento violento, se une al auto olvidado asunto de Diego Fernández de Cevallos, quien lleva ya más de un mes sin que se sepa a ciencia cierta que pasó con él. Desde la secretaría de gobernación en manos de su pupilo se han dado ordenes estrictas, sobre todo a TV Azteca y Televisa de que no hagan mención alguna del tema Fernández de Cevallos. Como si asumiendo esa actitud se pudieran acallar los miles y miles de correos electrónicos que proliferan en la red con motivo de éste aparente secuestro.
Tamaulipas es desde hace más de diez años zona de guerra entre el cártel del golfo y los zetas. Éstos últimos fueron en su momento el brazo armado de los primeros, cuando regenteaba todavía éste grupo delictivo Oziel Cárdenas Guillen, actualmente preso en los Estados Unidos, acusado de exportar drogas ilegales a ese territorio. Fue éste súper capo el que se dio a la tarea de “contratar” a ex militares mexicanos y a cuadros de élite del ejército guatemalteco denominados “Kaibiles” quienes fueron entrenados especialmente en enfrentamiento armado interno, o guerra civil, en contra de la guerrilla de ese país del sur y que ahora están contra él.
Es público y sabido en Tamaulipas que desde el gobierno estatal se ha protegido a éstos capos. Tomás Yarrington, ex gobernador de esa entidad es señalado continuamente por la población de mantener supuestos vínculos con la delincuencia organizada. El problema es que estos dos grupos ya se les salieron de control a las autoridades. Tampico, Ciudad Madero, Altamira y Reynosa son zona de guerra cotidianamente. Es tal la descomposición que se vive en esa tierra, que algunos de los empresarios más connotados de Tamaulipas han dejado de residir ahí y han cambiado sus centros operativos a la frontera de Texas. Ahora lo grave es que estos enfrentamientos se hacen presentes en la zona norte de Veracruz y específicamente en el Puerto, en donde ya varios empresarios se encuentran amenazados por los zetas que han sido desplazados a esa zona por sus archí enemigos del Cártel del Gofo.
El ejército lo único que ha logrado es sembrar la desconfianza en esos lugares, personas que residen allí, dan cuenta de que a la llegada de los militares lo que se ve y se siente es un clima de mayor de violencia, terror éste que en el centro del país no se entera porque existe la mordaza total por parte del gobierno del estado.
Aquí en Morelos las cosas no son muy distintas, día con día no enteramos de atentados por toda Cuernavaca y su zona conurbada. La relación de la policía con los malosos es cosa habitual y la complicidad de los gobiernos pasados es vista como algo normal. A diferencia de lo que sostiene el señor Castañón, fueron los gobiernos panistas, específicamente en el que él fungió como secretario de gobierno, los que le facilitaron “las llaves de la casa” al crimen organizado, solo basta con recordar la complicidad reiterada y puntualmente comprobada por la SIEDO, que mantenía Sergio Estrada Cajigal y Eduardo Becerra Pérez con el señor Esparragoza. ¿Ya se nos olvidó que Agustín Montiel era director de la policía ministerial en ese sexenio panista y que Cabeza de Vaca era el secretario de seguridad en el actual?
En fin, la descomposición social es muy fuerte ya, Cuernavaca ha diferencia de lo que sostiene el flamante secretario de turismo estatal está vacía de turistas. Los restaurantes se mantienen todavía por inercia de algunos comensales locales que se niegan a enclaustrarse en sus casas y han cambiado la habitual cena de los viernes, por un modesto desayuno en Tabachines.
El golpe para nuestra endeble democracia va a ser muy fuerte con el asesinato del candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas. Felipe Calderón le debe una explicación a nuestro país, México no merece lo que está sucediendo, algo tenemos que hacer a la voz de ya.
Éste domingo cuatro de Julio el PAN recibirá una lección electoral que no se le olvidará jamás. Los yerros y la corrupción están acabando con ese partido.
JABONAZO
Al fin la Corte puso punto final a la desastrosa administración de Ricardo Rosas Pérez en el Tribunal de Justicia. Ahora que le finquen responsabilidades penales por los vergonzosos actos de corrupción. Uno que otro juez andará preocupado.
Éste nuevo evento violento, se une al auto olvidado asunto de Diego Fernández de Cevallos, quien lleva ya más de un mes sin que se sepa a ciencia cierta que pasó con él. Desde la secretaría de gobernación en manos de su pupilo se han dado ordenes estrictas, sobre todo a TV Azteca y Televisa de que no hagan mención alguna del tema Fernández de Cevallos. Como si asumiendo esa actitud se pudieran acallar los miles y miles de correos electrónicos que proliferan en la red con motivo de éste aparente secuestro.
Tamaulipas es desde hace más de diez años zona de guerra entre el cártel del golfo y los zetas. Éstos últimos fueron en su momento el brazo armado de los primeros, cuando regenteaba todavía éste grupo delictivo Oziel Cárdenas Guillen, actualmente preso en los Estados Unidos, acusado de exportar drogas ilegales a ese territorio. Fue éste súper capo el que se dio a la tarea de “contratar” a ex militares mexicanos y a cuadros de élite del ejército guatemalteco denominados “Kaibiles” quienes fueron entrenados especialmente en enfrentamiento armado interno, o guerra civil, en contra de la guerrilla de ese país del sur y que ahora están contra él.
Es público y sabido en Tamaulipas que desde el gobierno estatal se ha protegido a éstos capos. Tomás Yarrington, ex gobernador de esa entidad es señalado continuamente por la población de mantener supuestos vínculos con la delincuencia organizada. El problema es que estos dos grupos ya se les salieron de control a las autoridades. Tampico, Ciudad Madero, Altamira y Reynosa son zona de guerra cotidianamente. Es tal la descomposición que se vive en esa tierra, que algunos de los empresarios más connotados de Tamaulipas han dejado de residir ahí y han cambiado sus centros operativos a la frontera de Texas. Ahora lo grave es que estos enfrentamientos se hacen presentes en la zona norte de Veracruz y específicamente en el Puerto, en donde ya varios empresarios se encuentran amenazados por los zetas que han sido desplazados a esa zona por sus archí enemigos del Cártel del Gofo.
El ejército lo único que ha logrado es sembrar la desconfianza en esos lugares, personas que residen allí, dan cuenta de que a la llegada de los militares lo que se ve y se siente es un clima de mayor de violencia, terror éste que en el centro del país no se entera porque existe la mordaza total por parte del gobierno del estado.
Aquí en Morelos las cosas no son muy distintas, día con día no enteramos de atentados por toda Cuernavaca y su zona conurbada. La relación de la policía con los malosos es cosa habitual y la complicidad de los gobiernos pasados es vista como algo normal. A diferencia de lo que sostiene el señor Castañón, fueron los gobiernos panistas, específicamente en el que él fungió como secretario de gobierno, los que le facilitaron “las llaves de la casa” al crimen organizado, solo basta con recordar la complicidad reiterada y puntualmente comprobada por la SIEDO, que mantenía Sergio Estrada Cajigal y Eduardo Becerra Pérez con el señor Esparragoza. ¿Ya se nos olvidó que Agustín Montiel era director de la policía ministerial en ese sexenio panista y que Cabeza de Vaca era el secretario de seguridad en el actual?
En fin, la descomposición social es muy fuerte ya, Cuernavaca ha diferencia de lo que sostiene el flamante secretario de turismo estatal está vacía de turistas. Los restaurantes se mantienen todavía por inercia de algunos comensales locales que se niegan a enclaustrarse en sus casas y han cambiado la habitual cena de los viernes, por un modesto desayuno en Tabachines.
El golpe para nuestra endeble democracia va a ser muy fuerte con el asesinato del candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas. Felipe Calderón le debe una explicación a nuestro país, México no merece lo que está sucediendo, algo tenemos que hacer a la voz de ya.
Éste domingo cuatro de Julio el PAN recibirá una lección electoral que no se le olvidará jamás. Los yerros y la corrupción están acabando con ese partido.
JABONAZO
Al fin la Corte puso punto final a la desastrosa administración de Ricardo Rosas Pérez en el Tribunal de Justicia. Ahora que le finquen responsabilidades penales por los vergonzosos actos de corrupción. Uno que otro juez andará preocupado.
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