¿Qué celebra el PAN?

De verdad tendrá algo que celebrar el Partido Acción Nacional en éstas elecciones del pasado cuatro de julio?

Me parece que el Presidente del Comité Directivo Nacional del PAN, Cesar Nava, si algo tendría que hacer, sería una profunda reflexión sobre la pobrísima situación que vivió-vive-su partido.

Haciendo cuentas, Acción Nacional perdió dos gubernaturas ganadas solo por ellos-Tlaxcala y Aguascalientes-y las cambió por tres, en una alianza inconsistente y profundamente atípica con una de las expresiones de la izquierda partidista en éste país de la cual mucho se ha escrito sobre su proclividad a la componenda palaciega, a recibir recursos económicos gubernamentales soterrados y a la traición como forma generalizada de hacer política. Y si no, pregúntenle a Cuauhtémoc Cárdenas y a Andrés Manuel López Obrador, cuando desde el famoso PFCRN-Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional-el primero fue traicionado en las elecciones de 1988 por Rafael Aguilar Talamantes-el cual se separó del Frente Democrático Nacional y apoyó sin recato a Carlos Salinas de Gortari, a través de los diputados y senadores que había obtenido previamente en la alianza con Cárdenas Solórzano-quien en su momento fue “El Tutor” de quienes ahora detentan el blandengue poder en el PRD.

El segundo, AMLO, fue traicionado por los mismos, cuando desde el Senado de República, algunos de estos representantes del PRD-proclives al dinero fácil y la componenda de barriada-aprobaron sin recato alguno la reforma petrolera de Felipe Calderón y numerosas leyes contrarias a la filosofía de la izquierda, buscando acercarse a como de lugar al ejecutivo federal.

La elección de Oaxaca la perdió el PRI y la ganó Gabino Cué. El principal aliado de Cué, fue el actual gobernador Ulises Ruíz y sus excesos. Gabino es un ex priista que colaboró cercanamente al ex secretario de gobernación y ex gobernador de Oaxaca-1992-1998-Diodoro Carrasco Altamirano, y que a su vez contó con el apoyo de otro ex gobernador priista de esa entidad, muy poderoso, llamado José Murat-1998-2004-, el cual mantiene una pésima relación con Ulises Ruíz. Las afrentas y los yerros políticos del gobernador Ruíz, unieron a la clase política de Oaxaca en su contra. Ni el apoyo del SNTE de la maestra Gordillo, pudo ayudar para que éste no llevara al PRI a la derrota éste cuatro de julio. Con certeza se puede afirmar que en Oaxaca no ganó el PAN y su alianza mafufa. Ganó el pueblo de Oaxaca harto de tantos excesos.

Lo de Puebla es algo similar a lo que aconteció en Oaxaca. Una ciudadanía hastiada de un gobernador como Mario Marín-el gober-precioso-que si bien es cierto hizo más obra pública que el de Oaxaca, no pudo remontar el desprestigio en que se vio envuelto al hacerse pública su proclividad a mantener relaciones con menores de edad. Si alguien es el artífice de la debacle de Mario Marín y el PRI en Puebla, esa sin duda es la valiente periodista Lydia Cacho, la cual desveló las cínicas actividades pederastas de un cúmulo de asiduos amigos del gobernador poblano. En Puebla como en Oaxaca, se votó por una candidato de oposición extraído de las filas del PRI, Rafael Moreno Valle Rosas, el candidato de la alianza PAN-PRD, fue jefe de la bancada priista en el congreso local poblano hace apenas unos años y se confrontó a Mario Marín, al negarle éste, el apoyo en el congreso local por el escándalo con Kamel Nacif Borge. En Puebla el Partido del Trabajo no le entró a la anormal alianza y postuló a Roberto Huerta Espinosa como candidato a gobernador, éste obtuvo un importante seis por ciento de la votación general. AMLO no está muerto.
En Sinaloa el PREP marca una clara tendencia para Mario López Valdez-“Malova”-el empresario ferretero, ex priista, primera base, beisbolista semiprofesional y senador con licencia, se convertirá-si sigue ésta tendencia-en el primer gobernador de oposición en Sinaloa. Otro ex priista apoyado por los panistas y un PRD que ni figuraba electoralmente. Sinaloa es una entidad marcada por el desosiego y la alta criminalidad, con un fuerte hartazgo de la gente que buscaba urgentemente un cambio de rumbo. Otra vez perdió el PRI y ganó Mario López Valdez.

Atinadamente el periodista Rafael Cardona aseveró que Cesar Nava debiera de llamarse ahora Diego Armando, haciendo desde luego una parodia entre éste y el henchido Director de la Selección de Futbol de Argentina. El marcador final electoral 2010: Nueve vs. Tres a favor del PRI y eso con asistencia de fuera.

Para el PRD la pérdida es mayúscula: Zacatecas regresó al PRI.

JABONAZO

Ni duda cabe, para el 2011 el Estado de México vivirá otra vez la alianza “sui generis” de la derecha, con algo de la izquierda. Pobre “Gavioto”, le va a pasar lo que a AMLO en el 2006.





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