El pasado sábado nueve de octubre, el Partido Revolucionario Institucional-PRI-a través de su Consejo Político Nacional, definió finalmente la metodología, con la cual elegirán a quién será su próximo candidato a la Presidencia de la República el primero de julio del 2012. El PRI como instituto político, lleva sin duda la delantera en la intención del voto, sin embargo todavía falta mucho por ver y de las decisiones que tome como partido y de las acciones de sus candidatos, puede cambiar notablemente el propósito de los votos. Para muestra ahí está la elección del 2006.
A Enrique Peña Nieto le urgía un formato electoral interno, uno que lo tuviera en la palestra de los medios de comunicación y en la opinión pública nacional por cuando menos tres meses a partir de ésta fecha. A Peña Nieto le apura estar en las pantallas de las televisoras que le han sido fieles hasta la muerte, pero a la vez tiene que ser muy cuidadoso con un IFE, que le pueda fincar responsabilidades si le demuestran que está realizando actos anticipados de campaña. Así qué, una elección interna abierta le cae como anillo al dedo y lo veremos a mañana, tarde y noche en todos los noticieros nacionales en actos proselitistas.
Con esta elección interna abierta, el PRI tratará de legitimar a un pre candidato presidencial que lleva más de treinta puntos porcentuales arriba de su más cercano perseguidor y con la llegada de un viejo lobo de mar-Enrique Jackson-a presidir la secretaría técnica de ese consejo, las cosas para los tricolores están como “Miel sobre hojuelas”.
Así las cosas, el próximo doce de febrero será la fecha en que los priistas irán a las urnas y elegirán a su próximo candidato a la Presidencia de la República. El riesgo que se corre con ésta votación, es qué la sociedad en general no se lleve un buen sabor de boca y resulte qué, como los tiempos de antaño, en que el PRI gobernaba todo, exista la “cargada” a favor de Enrique Peña Nieto y la precandidatura de Manlio Fabio Beltrones solo se vea como un acompañamiento “a modo” del candidato previamente elegido. Un novedoso “tapado”, pero con las mismas mañas del pasado.
En lógica, siempre lo mayor está por sobre lo menor. Si éste precepto es real y cierto, entonces en Morelos las cosas tendrán que venir en el mismo sentido y tendremos que ver al PRI local emitiendo la convocatoria para una elección abierta, en donde serían elegidos los puestos de elección popular meramente locales. Los diputados, los presidentes municipales y desde luego, el candidato a gobernador, podría ser votado en ésa misma fecha. Hay quien me afirma, que eso no lo veremos nunca, ya que sería muy riesgoso para la frágil unidad priista, sin embargo ya se empiezan a escuchar voces, sobre todo de aquellos que están fuera de las decisiones cupulares del PRI-Guillermo del Valle y Marisela Sánchez Cortés-que estarían, no solo proponiendo, sino exigiendo una elección interna abierta a la brevedad.
Si en Morelos se optara por una elección interna abierta para elegir a sus importantes candidatos dentro del PRI, solo observo tres grupos o corrientes que tendrían posibilidades reales de competir. En primer lugar se encuentra la que encabeza el Presidente Municipal de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigos-el cual mantiene la mejor intención de voto dentro de la sociedad-después le seguiría la que lidera el presidente estatal de ése instituto político, Amado Orihuela Trejo, la cual tiene trabajo y presencia electoral, por sobre todo en las regiones del sur del estado y en algunas comunidades agrícolas importantes y en la tercera posición estaría la que tutelan “La dupla de Oriente” en manos de Memo del Valle y Marisela Sánchez Cortés, la cual cuenta con muchos seguidores en la parte oriental de la entidad, pero que le hace falta presencia en las zonas urbanas, especialmente en Cuernavaca.
La elección nacional y la posible estatal en Morelos del PRI levantarán ámpula entre la población. No me queda duda alguna, que en la nacional Enrique Peña Nieto arrasará al actual senador del PRI por Sonora y éste se conformará con ser el próximo secretario de gobernación, en el potencial gobierno que el ex gobernador del Estado de México configure, si es qué gana la elección presidencial del primero de julio del año entrante.
Para Morelos las cosas pueden ser muy tersas si Amado Orihuela decide apoyar a Manuel Martínez Garrigos a la gubernatura y el líder cañero se conforma con ser el candidato en la posición número uno a la senaduría. Si Amado y Manuel se unen-como lo hicieron hace apenas unos meses-las posibilidades de Memo y Marisela serán casi nulas y tendrán que buscar otra posición distinta. De todas maneras, los que resultan notablemente dañados en una elección abierta, son aquellos precandidatos que no cuentan con una estructura electoral fuerte y que esperaban que la decisión viniera desde las alturas o en su caso fueran medidos a través de una consulta de opinión con los otros aspirantes.
Si la elección en Morelos es abierta, Paco Moreno y Jorge Morales Barud tendrán que estar vislumbrando la posibilidad de otro espacio electoral, sin duda el PRI los necesita. De Ariosto Genel, Jorge Meade y Beto Abe Almada, mejor ni hablamos.
JABONAZO
Dicen por ahí que al senador del PRD por Morelos le cortaron el apoyo que venía del estado de Guerrero. Ángel Aguirre Rivero le cerró la llave $$.
A Enrique Peña Nieto le urgía un formato electoral interno, uno que lo tuviera en la palestra de los medios de comunicación y en la opinión pública nacional por cuando menos tres meses a partir de ésta fecha. A Peña Nieto le apura estar en las pantallas de las televisoras que le han sido fieles hasta la muerte, pero a la vez tiene que ser muy cuidadoso con un IFE, que le pueda fincar responsabilidades si le demuestran que está realizando actos anticipados de campaña. Así qué, una elección interna abierta le cae como anillo al dedo y lo veremos a mañana, tarde y noche en todos los noticieros nacionales en actos proselitistas.
Con esta elección interna abierta, el PRI tratará de legitimar a un pre candidato presidencial que lleva más de treinta puntos porcentuales arriba de su más cercano perseguidor y con la llegada de un viejo lobo de mar-Enrique Jackson-a presidir la secretaría técnica de ese consejo, las cosas para los tricolores están como “Miel sobre hojuelas”.
Así las cosas, el próximo doce de febrero será la fecha en que los priistas irán a las urnas y elegirán a su próximo candidato a la Presidencia de la República. El riesgo que se corre con ésta votación, es qué la sociedad en general no se lleve un buen sabor de boca y resulte qué, como los tiempos de antaño, en que el PRI gobernaba todo, exista la “cargada” a favor de Enrique Peña Nieto y la precandidatura de Manlio Fabio Beltrones solo se vea como un acompañamiento “a modo” del candidato previamente elegido. Un novedoso “tapado”, pero con las mismas mañas del pasado.
En lógica, siempre lo mayor está por sobre lo menor. Si éste precepto es real y cierto, entonces en Morelos las cosas tendrán que venir en el mismo sentido y tendremos que ver al PRI local emitiendo la convocatoria para una elección abierta, en donde serían elegidos los puestos de elección popular meramente locales. Los diputados, los presidentes municipales y desde luego, el candidato a gobernador, podría ser votado en ésa misma fecha. Hay quien me afirma, que eso no lo veremos nunca, ya que sería muy riesgoso para la frágil unidad priista, sin embargo ya se empiezan a escuchar voces, sobre todo de aquellos que están fuera de las decisiones cupulares del PRI-Guillermo del Valle y Marisela Sánchez Cortés-que estarían, no solo proponiendo, sino exigiendo una elección interna abierta a la brevedad.
Si en Morelos se optara por una elección interna abierta para elegir a sus importantes candidatos dentro del PRI, solo observo tres grupos o corrientes que tendrían posibilidades reales de competir. En primer lugar se encuentra la que encabeza el Presidente Municipal de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigos-el cual mantiene la mejor intención de voto dentro de la sociedad-después le seguiría la que lidera el presidente estatal de ése instituto político, Amado Orihuela Trejo, la cual tiene trabajo y presencia electoral, por sobre todo en las regiones del sur del estado y en algunas comunidades agrícolas importantes y en la tercera posición estaría la que tutelan “La dupla de Oriente” en manos de Memo del Valle y Marisela Sánchez Cortés, la cual cuenta con muchos seguidores en la parte oriental de la entidad, pero que le hace falta presencia en las zonas urbanas, especialmente en Cuernavaca.
La elección nacional y la posible estatal en Morelos del PRI levantarán ámpula entre la población. No me queda duda alguna, que en la nacional Enrique Peña Nieto arrasará al actual senador del PRI por Sonora y éste se conformará con ser el próximo secretario de gobernación, en el potencial gobierno que el ex gobernador del Estado de México configure, si es qué gana la elección presidencial del primero de julio del año entrante.
Para Morelos las cosas pueden ser muy tersas si Amado Orihuela decide apoyar a Manuel Martínez Garrigos a la gubernatura y el líder cañero se conforma con ser el candidato en la posición número uno a la senaduría. Si Amado y Manuel se unen-como lo hicieron hace apenas unos meses-las posibilidades de Memo y Marisela serán casi nulas y tendrán que buscar otra posición distinta. De todas maneras, los que resultan notablemente dañados en una elección abierta, son aquellos precandidatos que no cuentan con una estructura electoral fuerte y que esperaban que la decisión viniera desde las alturas o en su caso fueran medidos a través de una consulta de opinión con los otros aspirantes.
Si la elección en Morelos es abierta, Paco Moreno y Jorge Morales Barud tendrán que estar vislumbrando la posibilidad de otro espacio electoral, sin duda el PRI los necesita. De Ariosto Genel, Jorge Meade y Beto Abe Almada, mejor ni hablamos.
JABONAZO
Dicen por ahí que al senador del PRD por Morelos le cortaron el apoyo que venía del estado de Guerrero. Ángel Aguirre Rivero le cerró la llave $$.
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