Un gobernador cuestionado

Y la bomba estalló, si, la semana pasada, el congreso de los Estados Unidos de América daba a conocer documentos que los congresistas Elijah E. Cummins y Henry Waxman habrían recopilado en la multicitada investigación, que ése órgano del gobierno americano trae entre manos desde hace varios meses en contra de la poderosa cadena de supermercados WALMART por el delito de soborno en varios países y especialmente en México.



La noticia dio vuelta al mundo, ya que en uno de los correos electrónicos ofrecido como prueba por los congresistas mencionados anteriormente, el abogado de la multinacional en México, Juan Francisco Torres Landa, le habría informado a la asesora general Maritza Munich, que entregaron sobornos al Ministerio de Desarrollo Urbano del Distrito Federal, con la finalidad de “facilitar los tramites”. La información difundida afirma que se entregaron dos millones de pesos en distintas partidas. Este que escribe puede intuir que fueron en dinero en efectivo, ya que ese tipo de transas se hacen de esa manera para no dejar rastro alguno.



Los supuestos sobornos-desde luego los aludidos lo niegan-se habrían entregado entre los años 2003-2004-Andrés Manuel López Obrador era el Jefe de Gobierno capitalino-a través de quién ellos señalan como “Contacto principal” para negociar esas enormes contribuciones y que no era otro que el señor Graco Ramírez Garrido Abreu, a quienes los funcionarios de Walmart mencionan como “Congresista” aunque en esos años no lo era.



El actual gobernador de Morelos en esos años, es señalado en el libro de Carlos Ahumada Kuntz como pretenso facilitador de negocios en el centro histórico de la Ciudad de México. Ahumada da cuenta con pelos y señales como el actual gobernante de Morelos asistía con regularidad a sus oficinas en la avenida Revolución para solicitarle prestamos y ofrecerse como intermediario ante una de las áreas del gobierno del Distrito Federal.



“Derecho de Réplica”, editorial Grijalbo



Graco Ramírez, pag. 99-100



Carlos Marín me pregunta sobre Graco Ramírez. Como se dice, Graco era un dolor de muelas. Cuando lo conocí, andaba de perro faldero de Rosario. Fue en Michoacán a apoyar a Lázaro, estaba en la campaña, estaba con Rosario y no se me despegaba, se subía a los coches en los que viajábamos Rosario y yo, en todo momento se hacía presente sin invitación.

Recuerdo una ocasión en que ya estaba subido en el helicóptero donde nos íbamos a regresar a la ciudad de México Rosario y yo. Ella al verlo muy instalado le dijo de una manera brusca: “¿Qué haces aquí?” Él le respondió: “Es que quiero ir…” Rosario le contestó: “No te puedes ir porque solamente cabemos tres en el helicóptero”, y en ese momento bajó Graco, le pidió a Carlos Ímaz que nos acompañara y nos regresamos los tres al df.

Recuerdo también que Graco iba a mi oficina, me hablaba por teléfono un sinfín de veces y me prometía que Ana Lilia Cepeda, responsable del Centro Histórico, me podía dar obras, me podía ayudar. Se me plantaba horas en la oficina, me invitaba a comer; no quería ir con él, la verdad es que ni tenía tiempo, ni me caía bien como para ir a comer. Le pedía a Luis Molina, en aquel entonces mi secretario particular, que se fuera a un restaurante con él. Era una molestia constante.



Adicionalmente, dos o tres veces me pidió dinero: que “préstame 10 mil pesos”, que “préstame 30 mil pesos”, y la última vez, para poner freno a esa situación, porque sabía que no me lo pensaba pagar nunca y no quería que me siguiera pidiendo prestado, le hice firmar un recibo y le dije: “¿Cuándo me vas a pagar?”, para que se sintiera comprometido y ya no me pidiera más. Más adelante le exigí que me devolviera los últimos 50 mil pesos y me mandó parte del dinero a mi oficina. Pero de todo lo demás que le había dado no me pagó jamás. Respondiendo a Carlos Marín cuantas veces le presté y cuanto le di a Graco Ramírez, creo que en total le habré dado entre 400 o 500 mil pesos, y creo que me devolvió únicamente entre 30 o 40 mil pesos.



Hace unos días llegó a mi cuenta de Twitter un link con un supuesto video de Ahuamada con Graco. Lo reenvié a mis amigos, algunos de ellos lo vieron y se rieron al ver la parodia que ahí se realiza, otros, los menos, se enojaron. Si al lector le interesa y tiene internet, pues métase a: http://vimeo.com/44474598



Un gobernador cuestionado en lo que menos le conviene a Morelos. ¿No sería bueno que el ejecutivo pensara en solicitar una licencia temporal y ponerse a los órdenes de la autoridad para que investigue el asunto? De seguro me van a llamar órate, ni modo.



JABONAZO

En 1997 los reporteros del The New York Times, Sam Dillon y Craig Pyes, acusaron a Jorge Carrillo Olea y a Manlio Fabio Beltrones de estar coludidos con Amado Carillo. El primero en cuestionar fue el actual gobernador de Morelos pidiendo la separación de Jorge Carrillo. ¿Lo de Walmart no es similar?



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