Finalmente los diputados
de la LIII se pusieron de acuerdo y entregaron las comisiones legislativas
según mejor les convino. Salvo honrosas excepciones, estas comisiones quedaron
en manos de quienes menos harán por el pueblo de Morelos, no obstante que ellos
fueron elegidos por la ciudadanía qué esperaba que con su voto las cosas
cambiarían y Morelos pudiera recuperar las paz y el desarrollo que le han
robado una caterva de pillos y de sinvergüenzas.
Pero, parece que mejor
valieron los acuerdos desde el centro del país. Pareciera que lo que
escribieron connotados columnistas nacionales finalmente fue apegado a la
verdad y un aterrado gobernador de Morelos tuvo que recurrir como plañidera a
sus correligionarios del PRD, específicamente a Carlos Navarrete, para que este
en su todavía calidad de Presidente del Sol Azteca pidiera el favor para que el
tabasqueño (des) gobernador de Morelos tuviera “a modo” algunas de las comisiones
del H. Congreso. Dicen que Navarrete habría hablado con Manlio Fabio Beltrones,
para que este a su vez girara la orden a su coordinador en la cámara de
diputados local de preservar la gobernabilidad y darle un pequeño apoyo a Graco
Ramírez. Con ello Manlio estaría pasando
por encima de la autonomía del PRI-Morelos a cambio de todavía no sé qué. Graco
Ramírez no representa nada de nada a nivel central.
Existe también la versión
de que el Presidente de la Mesa Directiva, Francisco Moreno Merino, habría vendido
sus buenos oficios al gobernador de Morelos y este diputado a su vez habría “Chamaqueado”
a la fracción parlamentaria del PRI con el prurito de qué el mismísimo Manlio
Fabio Beltrones le había dado línea de apoyar al tabasqueño con la única
finalidad de privilegiar la gobernabilidad y el desarrollo para Morelos. Este
escribidor movió sus hilos en la capital del país y consultó a gente muy
cercana al poderoso jerarca del PRI nacional y en todo momento se me afirmó que
Beltrones no habría hecho eso, es más, me confirman que la relación de Manlio y
Graco dejó de ser buena desde hace muchos meses.
Quien sí aparentemente
estuvo atrás del apoyo de Ramírez Garrido sería el secretario de gobernación,
Osorio Chong. Osorio posiblemente movió sus hilos en Morelos y a través del
Presidente del PRI-Morelos operó para que Moreno Merino se tragará completa la
versión de que Beltrones estaría de acuerdo con ello. Al secretario Chong le
habría vendido Graco la posibilidad real de debilitar a Andrés Manuel López Obrador
si el primero fuese el candidato tricolor a la Presidencia de la República en
el 2018, de ahí que el hidalguense si tendría un especial interés de proteger a
quien podría servirle como su fontanero de cabecera en la elección presidencial
que se avecina. Graco lo sabe hacer muy bien, la vocación de esquirol y de
traidor la trae consigo desde que tiene uso de razón.
En todo esto que aparente
pasó en el H. Congreso respecto a las comisiones legislativas, principalmente
la de Gobernación y Gran Jurado se ha escrito mucho últimamente, sobre todo
porque se podría pensar que con el hecho de que no se tomó en cuenta la
recomendación de la ciudadanía en voz de la Coordinadora Morelense de
Movimientos Ciudadanos, la cual pretendía como titular de ella a un diputado
perteneciente a un partido político pequeño, al cual el gobernador no pudiera
presionar desde el centro del país a través de acuerdos inconfesables, el
juicio político que se presentará en breve no podría dársele cause jurídico. En
buen cristiano hay quien afirma que Graco ganó al estar al frente de esta
comisión el diputado Julio Espín del Partido Nueva Alianza. Quienes así lo
consideran no tomaron en cuenta que esa instancia es solo la que recibe la
demanda de juicio político y tiene sesenta días para presentarla al pleno o
desecharla, si no hace lo primero, será la propia Junta de Concertación
Política la que tenga obrar en consecuencia, si opta por lo segundo, deberá de
sustentar y motivar la negativa de ello, la cual podrá ser recurrida ante las
instancias del Poder Judicial de la Federación.
El Juicio Político en
contra de Graco no lo para nadie, vaya ni el mismísimo Presidente Enrique Peña
Nieto estaría en posibilidad de poder ayudar a un gobernador tan desaseado en
su actuar en Morelos. Peña Nieto no ayudará a Ramírez Garrido en nada, porque
el mismo Peña sabe que la situación de corrupción que vive el gobierno de
Morelos es insostenible, el grado de putrefacción que Graco ha traído a las
entrañas del gobierno estatal no se arregla con llamadas del Secretario de Gobernación,
con la del Presidente del CEN del PRI o con los buenos oficios de un diputado
mercantilista desde la Presidencia del Mesa Directiva del H. Congreso de Morelos.
Ni las chequeras
abultadas de dinero mal habido de Gayosso, ni los flamígeros señalamientos del
diputado de Movimiento Ciudadano envuelto en las escandalosas contrataciones de
presentaciones de artistas de este gobierno, ni las traiciones de diputados que
fueron apoyados por la CMMC podrán parar el juicio político en contra del
gobernador de Morelos. El pueblo está harto y no aceptará un NO como respuesta
de sus representante populares. Ojo diputados, mucho ojo.
JABONAZO
La presentación del
“Sting” estaría en peligro si los campesinos deciden tomar la “Arena Teques”
días antes de que el inglés llegue a México. El costo político para Graco sería
devastador, de ahí que él mismo estaría operando con los miembros de ASURCO
para tranquilizarlos y venderles espejitos a peso.
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