Números en el IV distrito de Cuernavaca

Dice el código electoral vigente para el Estado de Morelos, que será el Instituto Estatal Electoral el que supervisará que los topes de campaña para cada uno de los puestos de elección popular en éste cinco de Julio próximo se cumplan a cabalidad. Lo que no ha dicho el IEE-con fuerte tufo al color azul-es si lo hará oficiosamente o requiere de denuncia por parte de los partidos, ya que Ud. y yo como ciudadanos comunes según la ley, carecemos de legitimación para denunciar estos abusos, aunque se estén gastando nuestro dinero. ¿Qué le parece?

De todo el gasto electoral dispendioso y absurdo que se observa en Cuernavaca, el distrito que llama poderosamente la atención es el cuarto, con una extensión territorial más amplia que los demás-es el más grande en Cuernavaca en superficie-ésta región electoral está totalmente saturada de propaganda electoral, no encuentra Ud. un solo poste de luz o de teléfono, tiendita, barda, casa habitación, espectacular, esquina y hasta terrenos abandonados en donde no se encuentren artículos motivacionales a favor de uno u otro candidato a la diputación local.

Si ha esto le aunamos al servicio público de pasajeros-vulgarmente denominadas rutas-que transitan por ese distrito, entonces llegamos a una contaminación visual sin precedente en la historia, no solo de ese distrito local, sino de toda Cuernavaca en su conjunto. Éste humilde escribidor fue candidato a diputado en el año 1997 y recorrí todo el distrito y sé de lo que les hablo.

Tres candidatos actualmente tienen posibilidades reales de ganarlo, el del PRI, el del PAN y el del PRD. De los demás no me referiré a ellos y espero no exista molestia alguna, pero difícilmente llegaran al 5% de la votación, si no al tiempo.

Omar Guerra del PRI mantiene una discreta campaña electoral, con pocos “gallardetes” colgados en los postes de las colonias a que pertenece y ni un solo espectacular en avenidas importantes como Morelos o Cuauhtemoc, su estrategia ha sido más de recorrer las calles de lugares como Amatitlán, Acapantzingo-ojala y pronto exista una campaña para no llamarle Acaptzingo-y Satélite entre otras. Su presencia en “rutas” del transporte público no se ve, por lo que me atrevo a afirmar que no cuenta con ninguna de ellas. En concreto una campaña electoral que raya en lo discreto, por no decir en lo escaso y no por ello escasa de efectividad.

El candidato del PRD, un amigo que llama Juan Rivas, no tiene más que unos poquísimos gallardetes colgados en otros poquísimos postes de luz del distrito. Con casi nula presencia mediática en el cuarto distrito el PRD no sé a que le apuesta, no observo recorridos del candidato y mucho menos propaganda de mano que pueda echarse por debajo de las puertas de los domicilios. En concreto pues, una campaña pobre, con pobres resultados. Tal vez le apuesten al voto duro-si es que todavía existe-de su partido.

Y del PAN, bueno eso se cuece aparte, su candidata es por mucho la reina de la presencia electoral. No existe un solo poste de luz y de teléfono en todo el distrito en donde no aparezca la sonriente faz de Adriana Vieyra. Espectaculares-varios-en las principales avenidas de la demarcación, como Morelos, Cuauhtemoc, Boulevard Juárez y Díaz Ordaz. Mantas-más bien lonas-en todas las esquinas, sobre edificios, en coches y bardas. Solo falta que vuele un dirigible como aquel famoso de Good-Year pero con su nombre.

Es por mucho la campaña electoral en estos momentos en Cuernavaca con mayor presencia. Bien planeada, bien estructurada y mejor realizada. Pero ¿Y su costo? ¿Cuánto será que pueda costar una campaña así?

Hagamos un ejercicio simple: Al cuarto distrito los constituyen cincuenta y nueve colonias, unas muy grandes como Satélite y otras no tanto como Quintas Martha, unas medianas como San Antón y unas muy pequeñas como ampliación Chula Vista.

Pongamos veinte postes promedio de luz y otros tantos de teléfono en cada colonia, esto nos da cuarenta postes por colonia, multiplicado por cincuenta y nueve nos da dos mil trescientos sesenta postes. Ahora multiplique por el costo de cada gallardete-de lona-ya colocado, a un costo de cincuenta pesos y llegamos a ciento dieciocho mil pesos. Ahora multiplique el número de espectaculares, en promedio cuatro, por diez mil pesos mensuales y llegamos a otros ochenta mil pesos. Costo de lonas en esquinas y edificios, promedio de cincuenta mil pesos más, cuarenta rutas a un costo promedio de dos mil pesos mensuales, son otros ciento sesenta mil pesos. Anuncios en prensa-considerando los sitios de Internet-diariamente con un total promedio de trescientos mil pesos por toda la campaña.

Material de mano, trípticos, gorras, panfletos etc. con un costo de cincuenta mil pesos por toda la campaña y por último actos de campaña como la concentración de cuatro mil mujeres promotoras del voto, en donde se incluyó desayuno, artistas y algo más con un costo austero de otros veinticinco mil pesos. Bueno y el diseño de la campaña, otros cincuenta mil pesos más. Ochocientos treinta y tres mil pesos conservadoramente.

¿Cuánto es el tope campaña para ese distrito? Se lo voy a decir: Ochocientos sesenta y dos mil quinientos setenta y siete pesos 80/100

¿Qué les parece? Unos se gastan hasta el tope y otros no llegan ni a gastar.

JABONAZO

Que buena puntada de Porfirio Muñoz Ledo, mira que decir que se llama Graco Adame. ¿Ah Dios, le sabrá algo?









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