Similitudes

Todo pareciera que la época de terror que sufrió la población de Morelos cuando Jorge Carillo Olea gobernó la entidad, allá por los años noventas, se está quedando atrás y si no cuando menos existen muchas similitudes entre el momento actual y aquel que tanto daño le hizo al tejido social en su momento y que dejó marcadas de por vida a muchas de las familias más reconocidas de Cuernavaca.

No se olvida que desde que llegó el General Carillo a hacerse cargo de la gubernatura de Morelos los delitos violentos llegaron a tener a nuestra entidad al nivel de Colombia. Los secuestros y asesinatos eran de todos los días y la sociedad se encontraba-como ahora también-aterrada y desilusionada de sus autoridades que solo se dedican a dar “palos de ciego”. Los dos últimos asesinatos por manos de desalmados han dejado honda huella en la sociedad Tlahúica.

Uno de ellos, el perpetrado dentro de la casa habitación de la familia Aguilar Tremari, en la exclusiva zona de Reforma es espeluznante. La hoy occisa habría denunciado hace algunos años a su ex marido, como cómplice dentro de la mascarada que resultó ser la cofradía “Amigos de Fox” y mucho se cree que éste pudo haber sido el móvil del artero asesinato.

Viene a mi memoria aquellos asesinatos también a puñaladas que sufrió la familia Maza Ongay en Cuernavaca. Un personaje que tuvo una importante labor en el equipo de Carrillo Olea fue Eliodoro Díaz Escarrega quien llegó a Morelos entre 1989 y 1990. Díaz Escarrega trabajaba en el Centro de Investigaciones y Seguridad Nacional (CISEN) bajo las órdenes del General Carrillo Olea cuando fue su Director (1988-90).

La función primordial del agente Díaz Escarrega fue la de informar directamente al General Carrillo de todas las actividades político-sociales que se daban en la entidad.

Durante la gestión en Morelos de este agente del C.I.S.E.N. se dio un acontecimiento que estremeció a la sociedad Morelense, mismo que tuvo una amplia difusión en los medios de comunicación tanto en el ámbito nacional como internacional por su corte violento y desalmado.

En septiembre de 1991 fue brutalmente asesinada la familia Maza Ongay. El Doctor Camilo Maza Ongay, perito de la Procuraduría General de la República, su esposa María del Mar, su hijo Camilo (solo de seis años) y su bisabuela, fueron brutalmente masacrados, torturados y arrojados a una barranca, supuestamente por su jardinero.

Tanto el Doctor Camilo Maza como el agente del C.I.S.E.N, Eliodoro Díaz Escárrega, mantenían una estrecha amistad y por alguna razón, eran socios en algunos "negocios" se decía dentro del argot policiaco del país.

Tiempo después, y con el paso de los años, se supo que la casa que habitó el Doctor Camilo Maza y su familia, ubicada en la calle de Chalma Sur No. 321 en la Colonia Lomas Atzingo de esta ciudad capital, perteneció al famoso narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, alias "El señor de los cielos", con fuerte presencia en Morelos, desde donde se dice “operaba” la línea área local, que curiosamente mantenía dentro de sus rutas a los lugares con fuerte presencia del narcotráfico en México. Guadalajara, Culiacán, Hermosillo y Tijuana eran algunos de los puntos en donde dicha línea aérea volaba con asiduidad.

Nunca se estableció con certeza cual fue el móvil en la muerte de la familia del Doctor Maza Ongay, jamás se supo quien o quienes ordenaron la masacre de toda la familia. Sus aparentes relaciones comprometidas con barones peligrosos, dio como motivo aparente éste acto repulsivo y lamentable. Al cabo de los años-casi veinte-todo indica que fue una venganza desde los más altos niveles del poder factico que representa los cárteles de la droga.

Resulta altamente sospechoso que una vez que en Morelos se han descubierto las relaciones entre los cuerpos policiacos y barones de la droga como los Beltrán Leyva, se estén dando una vez más éste tipo de asesinatos con una saña descomunal y sin contar realmente con un móvil especifico. En el asesinato de la Señora Aguilar Tremari no se robaron nada y los asesinos tuvieron la puerta abierta por los supuestos vigilantes que custodian el exclusivo fraccionamiento.

Tal vez la SIEDO debiera de investigar la muerte violentísima que el Capitán Piloto Aviador Federico Guillermo Oeheler Williams sufrió la semana pasada en la habitación 107 de un hotel de paso al norte de Cuernavaca-Los Girasoles-. El supuesto móvil habría sido el pasional. ¿Y que tal si en éste asesinato-también a puñaladas- estuviera relacionado el sindicato de pilotos aviadores?

Muchas similitudes, mucha violencia en Morelos, parece que la “marca de la casa” son las puñaladas.

JABONAZO

Da vergüenza el Congreso de Morelos. Los diputados no entendieron el mensaje dado del 5 de Julio pasado.








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