Un incendio sui géneris

Ni hablar, seguramente el intrigante y mal intencionado Ciro Gómez Leyva le deberá alguna explicación a todos aquellos que vivimos en Cuernavaca en éste momento tan difícil, después del incendiario ataque a “Classico”. Para aquellos que a lo mejor lo olvidaron, éste personaje-ocasional vecino de Cuernavaca-fue el que echó la leña a la hoguera, aseverando que los Cuernavacos éramos una punta de ignorantes, al haber hecho caso de aquel correo electrónico en donde se amenazaba con no salir ese fin de semana, so pena de poder se confundido con alguien de alguna banda rival del crimen organizado y pasar a “mejor vida”.

Una buena parte del programa de Televisa “Tercer Grado” de hace unas semanas, fue dedicado a golpear sin miramiento alguno a las autoridades Morelenses, específicamente a la de Cuernavaca, con la cual Gómez Leyva fue lapidario y de la cual profirió cualquier cantidad de sandeces en su contra sin sustento, auspiciado-dicen-desde la oscuridad, por Graco Ramírez, del cual habría recibido “línea” para golpear a Manuel Martínez Garrigos. Ese es el riesgo que se corre cuando se “duerme con el enemigo” creyendo que le es fiel.

El violentísimo atentando en contra de la discoteca “Classico” ubicada en la avenida Plan de Ayala de la ciudad de Cuernavaca, no tiene paralelo en la historia moderna de ésta ciudad. Lo más que había sucedido en alguno de éstos antros en el pasado nos remetía a pleitos de borrachos, algunos de ellos con pistola en mano y a accidentes viales de quien en absoluto estado de ebriedad tomaba los controles de algún automotor. A finales de los setentas, afuera de aquel night club ubicado en la glorieta de Benito Juárez, el famoso “Tecatas” le pegaría un tiro a su compañero de parranda con un final negro. O aquel terrible evento en donde un alcoholizado Salvador Elizarraras también disparara su pistola en contra de uno de los “guaruras” del gobernador en turno, Armando León Bejarano, dejándolo sin vida frente a la acera de aquella Discoteca denominada “Kaova” localizada en donde actualmente se encuentra el Tribunal Superior de Justicia.

Pero esto que sucedió el pasado viernes 21 no tiene nombre, el que alrededor de catorce o quince, o los que hayan sido, sicarios todos, golpeen a los empleados de una negociación-civiles-después viertan gasolina y hagan estallar una granada de fragmentación, me hace pensar que estamos ya en niveles de Afganistán o Irak. Lo más grave de esto, es que fue sobre la avenida con mayor circulación en la Ciudad Capital de Morelos y a una hora en donde miles de vehículos circulan de oriente a poniente y viceversa. ¿Y las autoridades? ¿Cómo es posible que no hubiere presencia militar en ese boulevard? ¿No dijo el Secretario de Gobierno apenas hace unos días, que la violencia estaba por terminar? Una vez más nos percatamos que la estrategia está mal planteada y por eso los pírricos resultados en esta absurda guerra.

Ya se sabe ahora, que los dueños de éste establecimiento-nietos de Don Antonio Ortiz Mena-habrían avisado a las autoridades estatales, de sendas advertencias-amenazas-de parte del crimen organizado. Ahora, muchos de los asistentes a ese lugar, aseguran haber visto en varias ocasiones a quien fuera el hombre más cercano a Arturo Beltrán Leyva. Edgar Valdez Villareal, habría estado departiendo con los asistentes y en compañía de hermosas mujeres, aún más, ahora se asegura, que después de la muerte del poderoso Capo Beltrán Leyva nunca jamás habría regresado, sin embargo, afirman que éste mantenía una cerrada amistad con varios de los mandos de ese lugar.

Cuernavaca no sale de una y entra en otra. Aquí lo apuntamos hace muchos meses, mientras la lucha no se de en contra de quien o quienes se dedican a “blanquear” el dinero de éstos poderosos “Barones” difícilmente se pondrá un alto a la violencia. Los nombres de quienes están metidos hasta el tope son públicos y sabidos, solo basta que se tenga voluntad política para ponerlos tras las rejas.

Ahora empieza a sonar un rumor que de convertirse en realidad pondría a muchos a temblar. Parece que atrás de aquellas “Torres Altitude” habría intereses turbios, mucho se empieza a especular que los supuestos dueños estarían al servicio de los malosos, de ahí que pudiera resultar cierta la versión de que cuando se fueron a liquidar los impuestos de escrituración de éstos bellos edificios en la notaría, la enorme cantidad se hubiera entregado en efectivo.

Un incendio provocado con una granada en Cuernavaca siempre será sui géneris. Eso espero.

JABONAZO

¿A quien le va en el PRI? Amado, Víctor, Samuel, Marisela etc., con esta tardanza más bien creo que va haber negociación. ¿Apostamos?





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