Un gobierno agotado

Los cambios en el gabinete que llevó a cabo en días pasados el titular del Poder Ejecutivo Estatal, lejos de ayudar a calmar las ansias vengadoras de los partidos políticos distintos al suyo, lo único que han logrado es exacerbar los ánimos al percatarse de que los mismos solo fueron paliativos y reacomodos entre la gente más cercana al médico, “Son la misma gata, solo que revolcada” dicen los que saben. Al mejor estilo del gatopardismo Italiano del siglo pasado: Cambiaron para que todo siga igual.

Es terriblemente peligroso el observar que tanto el Gobierno Federal, como el de Morelos se encuentran en un nivel de agotamiento y de aletargamiento como nunca jamás se había observado. Todavía el sexenio pasado en ambos gobiernos se daban señales de vida, tal vez sería porque vivíamos con la eterna esperanza de que todo iba a cambiar. ¡Ilusos!

Vicente Fox cuando menos nos distraía con sus estúpidas frases de “lavadoras de dos patas” o “Borgues” en lugar de Borjes-como se pronuncia- y mandaba “señales” con el “bavocero” en turno, un cuate de apellido Aguilar, el cual con su acostumbrada indignidad decía “Lo que el Presidente Fox quiso decir fue” y le restaba presión al ambiente, además de hacer la política nacional bastante chusca. Ni que decir de las tranzas de los hijos de Marthita, la “Primera dama” salió buena pa´la lana y los entenados del vaquero de Guanajuato “inteligentes” y sabios empresarios que supieron “adivinar” el vaivén de las finanzas nacionales e internacionales y así hacerse de súbitas fortunas. No crea Ud. amable lector que éstos “listos” jóvenes emprendedores, hijos de un mediocre médico de Celaya, utilizaron su posición para enriquecerse. ¡No! Salieron buenos para eso de los negocios, como aquí en Morelos el hijo de un ex gobernador, que así justificó las trapacerías de su vástago en contubernio con un grupito de aprendices de todo y buenos para nada, esos que ahora forman parte del séquito que apoyó al PAN en las últimas tres elecciones.

Aquí en Morelos, el mecánico cachondo nos distraía con sus “Sergio aventuras”. No pasaba una semana sin que la gente nos enteráramos de la nueva conquista, la escandalosa borrachera, la enésima golpiza a su esposa o la frase de la semana, como aquella belleza literaria que hablaba sobre el quehacer del gobernante en relación directa con su bragueta, vaya solo a Cervantes o al Maestro Paz pudo habérsele ocurrido una frase tan excelsa. Esa era la costumbre del badulaque que nos desgobernó por seis años. La salvó de milagro y no por los buenos oficios del que ahora se dice le ayudó jurídicamente y que lamentablemente para su familia dejó de existir hace unos días, ese que recibió su premio como notario. La salvó porque Fernández de Cevallos intervino directamente en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En fin, eran si bien gobiernos desparpajados, corruptos e ineficientes, tenían ese dejo de ilusión que muchos esperaban y con eso el pueblo les perdonaba sus excesos y sus sinverguenzadas. Caro lo pagamos al final, Fox dejó un país que no transitó a la tan ansiada democracia, recibió más de trescientos cincuenta mil millones de dólares en excedentes petroleros que no fueron utilizados convenientemente. El país no creció en términos reales y ésta escandalosa cantidad solo sirvió para enriquecer más a quienes de por si ya eran inmoralmente millonarios. De ahí nuestra lamentable situación financiera actual.

Estrada no dejó nada de nada, utilizó la mayoría de los excedentes petroleros que llegaron a la entidad y a los municipios para construir una burocracia enorme, que según ellos-Acción Nacional-les daría los votos necesarios para que el fenómeno López Obrador no permeara en Morelos y el candidato de su partido ganara las elecciones del 2006 como sucedió en los hechos. Solo que aquí Cajigal se equivocó una vez más, primero porque no pudo poner a su candidato-estaba demasiado desprestigiado- y segundo porque no hubo necesidad de utilizar esa enorme burocracia, bastó con comprar al representante del PRD en Morelos, responsable de la estructura electoral, para que éste se hiciera “ojo de hormiga” y dejara la mayoría de las casillas sin representación del Sol Azteca, éste personaje-ahora diputado local-recibió dinero por un lado y por el otro. Pero de eso ya nadie quiere hablar, al fin que muchos de ellos creen que AMLO está muerto políticamente, haber si no le pasa lo que a Lázaro.

El Gobierno de Marco Adame está agotado, se observa un desencanto en él, no existe rumbo y como lo he sostenido en está humilde columna desde hace varios años: les falta mucho talento.

Para muestra solo un botón, conozco a Ricardo Esponda, nuevo Secretario de Desarrollo Social desde hace varios años, fuimos compañeros consejeros de Coparmex varias ocasiones. Esponda tiene vocación de mentor, su especialidad es la educación, ha sido representante y estudioso en ese rubro durante años, su experiencia no solo es basta, es enorme.

¿Qué hace en desarrollo social?...

Parece pues, que el gobierno de Adame ya se agotó.

JABONAZO

Transcribo el comentario de José Juan Gamboa: Acabo de regresar de Teziutlán, Puebla ("La Perla de la Sierra"), mi hija me hizo el siguiente comentario: "Papá no entiendo porque sólo hay dos tipos de personas, aquéllos archi-millonarios y aquellos archi-pobres"."al lado de la abundancia que veo aquí y en nuestro país siguen personas sin comer, sin estudiar y sin poderse curar".








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