“PODEROSO CABALLERO DON DINERO Ó EL CASO GEMTEL”
Creo que fue por al año 1999 mas o menos, cuando hizo su aparición en nuestra capital un individuo pequeño de estatura, de tipo fino, de aparente cultura y con un automóvil Mustang 1984 ó 1988, viejo eso sí, casado con una distinguida mujer que si mal no recuerdo al flamenco se dedicaba, ni duda cabe que sus clases eran de lo mejor, muchas de las señoras copetudas de Cuernavaca gustosas acudían a que esta virtuosa mujer las adoctrinara en la cultura del cantehondo y el chotis.
No me queda claro como es que este individuo conoció a quien con el tiempo fue su mecenas mas importante, a el sin duda le debe todo o casi todo de lo que este señor ahora posee; no exagero en afirmar que cuando esta pareja llegó a estos lares, con la mano adelante y otra atrás (como reza el refrán) contaban solo con lo que “la magnifica” decía: “Sin cosa alguna”.
Pero oh sorpresa ¡aquel nuevo amigo, ese que tan agradable lo trataba cuando llevaba “su cadillac” (dijera Roberto Carlos al cantar la carcachita) al servicio 2+2, resultaba que por azares del destino (y una pierna rota de su hermano Vicente) ahora, era el candidato a la presidencia municipal de Cuernavaca por el PAN. La fortuna le sonreía.
Eran los tiempos aciagos de Carillo Olea y el PRI estaba pasando (y creo que sigue) su peor momento, la mala relación del general con Don Lauro echó al barranco la candidatura de Ana Laura y Jorge Pérez Bello en el PRD con una campaña a ras de suelo y con poquísimos recursos les arrancó veintiocho mil votos, cantidad jamás soñada por candidato alguno del PRD en la ciudad capital en esa época, sin embargo el gran ganador fue sin duda el candidato del pequeño hombre recién llegado de fuera (suerte te Dios que el saber nada te importe), así, con una diferencia de solo cuatrocientos votos con la candidata del PRI, Ana Laura Ortega Vila, Estrada Cajigal Ramírez se levantaba con la victoria, se supo que hubo varios priistas que le exigieron a Carillo que revisaran algunas casillas, ya que seguramente en ellas (por la buena o por la mala) existiría la diferencia que haría al PRI una vez mas gobierno en la ciudad de la eterna primavera. Carrillo jamás aceptó.
Nunca se reconoció por su equipo de gobierno que el triunfo de Estrada en el 97 fue producto del descontento ciudadano ante el desgobierno de Carrillo, el Frente ciudadano Morelense autor directo de las marchas del silencio en contra de los secuestros fue sin duda el catalizador para que el cambio de gobierno se diera, ni Estrada Cajigal ni el pequeño hombre llegado de fuera (el cual dicen se convirtió en su materia gris) tomaron en cuenta esto. ¡ Jamás vi marchar a ninguno de los dos en el 96-97¡, aunque Pedro Ferriz de Con dijera una ocasión en el Villa Bejar que se acordaba de la lucha de ese joven Estrada Cajigal en contra de los secuestros, eso nunca fue cierto, lo que si fue cierto, fue el apoyo publico que este le dio al gobernador en turno (Carillo Olea).
Así las cosas, el gobierno de la ciudad quedo atrás y de frente la nueva candidatura a la gubernatura, el reto ahora era mas grande, este pequeño hombre seguía llevando de la mano al novel político, ahora la cosa era distinta, ahora ya se contaba con recursos, había sido secretario de desarrollo con su amigo y ya opinaba como nuevo Cuernavaquense, atrás quedaban las clases de flamenco y el viejo mustang, ahora, la suburban y el celular y nadie podía acordar con “el jefe” sino era a través de el, lejos estaban todavía los tiempos de Becerra.
El 2000 fue de bendición, el fenómeno Fox y el hartazgo de la población hizo que esta dupla llegara al poder del gobierno del estado, todavía recuerdo el día que coincidí con el nuevo gobernador y su grupo (entre ellos el hombre pequeño) en céntrico restaurante, donde ya se libaba a garganta llena y las risas socarronas se escuchaban por todo el lugar, la relación era estrecha, de amigos, de “brothers”; y desde luego que en esa reunión estaba también presente una mujer, que ahora cabildea a su favor en el asunto álgido de la telefonía inalámbrica y quien en meses después fuera bautizada con el mote de “la primera comadre de Morelos”.
Los primero tres años de gobierno fueron de maravilla, bueno casi, imagínese que para el dos de noviembre del 2000 el gobernador y su equipo mas cercano ya festejaban el Halloween al estilo morelense, risas, mascaras, disfraces y desde luego harto chupe. Luego vendría el helicóptero del amor, los divorcios de muchos de ellos y la entrega a los placeres mundanos, todos le entraban, “uno para todos y todos para uno”.
Primero como secretario de desarrollo económico y después como jefe de asesores del gobernador (después de Camargo Seeman, Mr. Hotline, ese de los go-karts, el que llevaba al “jefe” a conducir carritos a media noche) tenía la luna bajo sus pies, solo tenía que tocar la puerta (a lo mejor ni eso) y consultar al “patrón”, eran pues de lo mas granado de la burocracia Morelense. Ni que decir del viejo mustang, ahora sería pieza de colección, o un simple recordatorio de la época de jodido.
Para el 2003 la cosa pintaba bien, finalmente el “patrón” había podido negociar con la grey del PAN y le había hecho justicia el partido, era ya candidato plurinominal a la cámara de los diputados, posición envidiable, sobre todo por la total ascendencia que tenía sobre su otrora poderoso amigo; Becerra (sin nada que ver con el autor) ya no existía mas en el gobierno y su mecenas requería un hombre de las confianzas que le apoyara desde el congreso a construir la posible candidatura de alguien a modo para la gubernatura y cuidarle las espaldas de los embates de la oposición.
Pero las cosas fallaron, tal vez no se midió el impacto de la elección y por aritmética política el pequeño hombre no llego, la diputación se cayó, el cielo casi lo hace también y las lagrimas hicieron su presencia como en aquel acto en la ciudad de Puebla, en donde conmovido hasta las lagrimas solicitó el helicóptero para regresar a Cuernavaca ante la imposibilidad de poder manejar, ¡ que barbaridad ¡. Ahora que hacer?.
Pero no todo estaba perdido, para eso tenía a su amigo, para eso habían recorrido el azaroso camino de las campañas, de los arreglos, de las complicidades, ahora necesitaba una nueva chamba y el patrón estaba dispuesto a dársela, claro, era ya la época en donde el PAN había tenido que tomar el gobierno del estado producto de las inmoralidades exacerbadas del ejecutivo y su equipito, el secretario de gobierno ya no era un mecánico, ahora estaba Giles y su amigo era un gobernador con fuerte olor a desafuero.
Sin lugar a dudas que la oficialía Mayor era el lugar adecuado, se negoció con el PAN y hasta ahí fue a dar el pequeño sujeto, que mejor trabajo que este, no había riesgo, lo mas difícil era la relación con los sindicatos y esos estaban calmados, un trabajo de bajo perfil que le ayudara a concluir el sexenio de su amigo, atrás quedaron las épocas del poder, hubo quien socarronamente le apodó “el Orizaba” porque le faltaba todavía para Córdoba, en relación a Joseph Marie Córdoba Montoya. De ese tamaño dicen que era su ascendencia sobre el gobernador.
Ya para finales del sexenio, es decir 2006 y con la gubernatura y la presidencia de la república en manos de su partido (no se si sea del PAN) aunque fue publico y notorio que el y su amigo el gobernador se la jugaron con Santiago Creel y aquí promovieron a otro precandidato distinto para la gubernatura, las cosas estaban otra vez a para chuparse los dedos, solo bastaba la cereza en el helado y que mejor que una transacción que pudiera dejar algunos morlacos mas, unos doce millones se dice, algunos dicen que menos, otros que mas, esto solo para prepararse a apoyar al nuevo gobierno. Que mejor que trabajar con el estomago lleno.
Y en esta lógica que mejor oportunidad que la telefonía inalámbrica, un contrato por asignación directa todo lo suple (aunque sea al doble del costo según el IPN) y después teniendo todos los hilos en la mano involucrar a jóvenes funcionarios como el director de compras y otros para que firmen la entrega total del servicio, no obstante que no se había concluido el contrato; todo desde luego para poder pagarle al proveedor del servicio y que esta empresa (GEMTEL) no se llevara una mala imagen del gobierno de Morelos, no crean amables lectores que esto se hizo para que la empresa pudiera “repartir” algo de lana a quien “limpiamente” les asignó el contrato.
En alguna ocasión Pedroza comentó respecto de GEMTEL: “Yo solo recibí ordenes”, de quien ?, quien es el jefe del oficial mayor ?, pues el gobernador en turno, si el recibió ordenes de adquirir un equipo sin la licitación respectiva, además de un sobreprecio de casi el 100% que diga de quien y punto. Lo peor del caso es que este tipo de personas piensa que somos estupidos, piensan que los asuntos se van a arreglar políticamente, que seguramente llegaran a una negociación en donde será multado por $500.00 pesos y una inhabilitación mínima.
No hay plazo que no llegue, ni fecha que no se cumpla, la auditoria general del congreso deberá de dar una respuesta satisfactoria dentro de unos días mas a este vergonzoso asunto, los ojos de la ciudadanía están en ello, el auditor Casamata deberá de ser muy cuidadoso en no exonerar a quien hasta ahora parece el principal responsable, no importa que el ex gobernador ande buscando a todos los diputados de su partido para solicitarles clemencia a favor del ex oficial mayor.
Confió en que la auditoria general del congreso fundamente y motive la solicitud de consignación ante un juez competente a través de procuraduría por los delitos que resulten y que sea ahí en donde los indiciados se defiendan jurídicamente y no con acuerdos de partidos.
JABONAZO:
No cabe duda que en el asunto de GEMTEL las cosas están pedregosas….
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