LOS ANTROS EN CUERNAVACA

Denominados en su inicio como “Night Club´s”, los ahora llamados por la juventud “antros” tienen su inicio en Cuernavaca en la década de los 60s, antes solo existían cabarets disfrazados de congales en donde se ofrecían mujeres al mejor postor y alcohol a raudales.

Habrá todavía gente que recuerde el muy céntrico “Candilejas”, en donde la sociedad de esta ciudad iba a retorcer el cuerpo y a echarse una buena copa en compañía de sus amigos y ni que decir de aquel “night club” situado sobre el libramiento de la autopista a México denominado “Soul City”, en donde muchas de las bellas jovencitas de los años sesentas altos acudían con sus amigos a bailar, muchas veces sin el consentimiento de sus padres hasta altas horas de la noche.

Después vendrían las “Discoteques”, de las famosas de los 70s. era el “Totem”, situada en la parte alta del edificio “Las Plazas”, específicamente en las suites 101 y 102 de ese lugar, en donde había materialmente golpes por entrar al pequeño y oscuro sitio, en donde para poder bailar se tenía que pasar por unas cortinas hechas con pequeños caracoles marinos. Al poco tiempo la familia Hemmer Rivera inauguraba una de las discotecas mas bonitas de todo el país, el “Mamá Carlota”, enclavado dentro del histórico Jardín Borda, este lugar fue sin duda la fascinación de muchas de las gentes del “Jet-Set” de la ciudad de México y en donde los excesos de alcohol y algo de droga empezaron a verse dentro de la juventud Tlahuica.

Ya para los 80s., el hijo del gobernador Bejarano puso en sociedad con un grupo de jóvenes del distrito federal la discoteca “Kaova” , exactamente en donde ahora está situado el H. Tribunal de Justicia del Estado.

Los excesos eran cada vez eran mayores, se sabía del tráfico de droga, de la venta de alcohol a menores de edad sin que la autoridad pusiera un alto en ello, fue en esta época en donde un reconocido empresario de la construcción alcoholizado mató a balazos afuera de ese lugar a uno de los escoltas del gobernador Bejarano con el consabido escándalo.

“Kaova” fue unos de los lugares de moda para la gente del distrito federal, juniors de las mejores familias del DF venían a ponerse hasta las chanclas en el lugar que eficientemente dirigía Alejandro Villalobos actual regidor de la comuna, hasta que Don Lauro acabó con ella. En esa misma década aparece un nueva “Disco”, los hermanos Cuauhtémoc y Jorge Rubio en sociedad con Sergio Mexía Álvarez, Carlos Hemmer y Francisco Bravo Delgado inauguran “Barbazul”, un magnifico lugar en el norte de la ciudad. Con aires de Chalet Suizo, “Barbazul” fue en su época la delicia de los jóvenes de está capital y de los juniors del Distrito Federal, al cabo del tiempo abren también un bar dentro del mismo lugar, al que le llaman “Barrabas”, el circulo estaba cerrado y el éxito garantizado.

“Taizz” vendría después, los hermanos Javier y Carlos Ordoñez empleados de su ibérico Tío en la panificadora “La luna de Cuernavaca”, inauguran sobre la bajada a Chapultepec este nuevo “antro” que tuvo un éxito monumental, Armando Sanders Mendoza ha sido desde sus inicios el pivote para que este lugar se siga manteniendo dentro de los mas visitados por la juventud del DF y de esta ciudad, sin que se pueda afirmar que los excesos de alcohol de los jóvenes estén controlados. La trágica muerte de Juan Pablo Díaz Ibarra hace apenas cinco años saliendo de ese lugar, alcoholizado y yéndose a meter debajo de una pipa de agua sobre la glorieta de Chapultepec es ejemplo de lo que sucede y ni que decir del lamentable acto sucedido hace unos cinco años también, en donde el hijo de un prominente empresario de la gasolina y la construcción, drogado ó embriagado, siguió y aventó su potente camioneta a un grupo de casi niños que salían del “Alebrije” matando a cuatro de ellos, sus apellidos: Ruiz de Chávez.

Hubo una época en Cuernavaca en donde se trató de poner orden en esos lugares, Lauro Ortega cerró los antros a las dos de la mañana y muy a pesar de que los dueños de los mismos interpusieron amparos e hicieron hasta lo imposible para revertir la disposición del gobierno, está se mantuvo hasta al final, fue a la llegada de Rivapalacio en donde se volvió abrir hasta las últimas horas de la madrugada con los consabidos accidentes y broncas por lo alcoholizado del ambiente.

No se puede tapar el sol con un dedo, finalmente los responsables de los jóvenes son sus padres y cuando son mayores de edad son ellos mismos, lo que no se vale es que al amparo de las relaciones que tienen los gerentes y dueños de estos “antros” con los hijos de los funcionarios de gobierno, estos hagan lo que les viene en gana. En el caso del tráfico y venta de enervantes, es la delegación de la PGR la que tiene la obligación de mantener un fuerte dispositivo de control en las “discos” de moda y así los dueños de estos lugares estarían certificados de que en sus lugares no se expenden narcóticos.

Y para el asunto de la entrada a menores de edad, se resolvería si el Ayuntamiento mantiene también un fuerte control dentro del área de acceso a estos lugares, pero lo tienen que hacer con personal que haya pasado un examen de confianza y que sea incorruptible dadas las cantidades de dinero que manejan los juniors y que son para que cualquiera pueda corromperse.

Sr. Giles, ponga a trabajar a su dirección de protección civil y revise las instalaciones de los “antros”, va a ver que sorpresas se van a llevar.

JABONAZO

Dicen que los hijos de un secretario siguen haciendo de las suyas en los antros. ¡Hasta cuando los pondrán en orden!