Una izquierda débil y a modo

La resolución del Tribunal Federal Electoral-TRIFE- respecto del sinuoso, trampeado, desaseado, tortuoso y corrupto proceso electoral del 16 de Marzo pasado en el PRD deja muchos heridos de gravedad, aquello de que en las justas electorales ó algunas otras se debe de implementar la “Operación cicatriz” difícilmente funcionará en el corto plazo dentro del Partido de la Revolución Democrática, los agravios e insultos-de una y otra parte-han sido fuertes y a la yugular. ¿El gran ganador en todo esto? sin duda el PRI, el cual verá reforzada su presencia nacional con el voto de miles de electores que están hartos de los conflictos entre las tribus en el Sol Azteca.

La izquierda Mexicana ha tenido distintos claroscuros en su camino hacía el poder en nuestro país y en nuestro querido Estado de Morelos, con fuerte presencia en la tierra de Emiliano Zapata, el PRD había sido hasta hace unos años, el partido de las causas populares y de los movimientos sociales de la gente mas necesitada. Si ha esto Ud. le agrega que en 1996-1997 este partido enarboló el movimiento ciudadano en contra de la inseguridad del cual se desprendió una importante porción de la clase media que estaba entregada al PRI y de ahí vino el cataclismo tricolor en la ciudad de la Eterna Primavera, los amarillos solo tenían que hace dos cosas: Gobernar bien y llevar a candidatos de peso entre la sociedad en la elecciones siguientes para acceder totalmente al poder estatal.

Ni lo uno, ni lo otro, después de ser la primera fuerza política en el congreso estatal en el trienio 1997-2000, además de ser gobierno en los principales municipios a excepción de Cuernavaca, el PRD se dedicó a dilapidar su capital electoral en frivolidades, corruptelas y en ensanchar el burocratismo partidario entre todas las corrientes existentes. Para el año 2000 y después de haber incidido notoriamente en la caída del gobernador priista en 1998, decidieron mandar a la candidatura de la capital del estado a un ex priista desprestigiado, esto en una elección interna llena de irregularidades. ¿El resultado? después de haber obtenido más de veinticinco mil votos en Cuernavaca en una elección intermedia en el año 1997, con muchos trabajos llegaron a siete mil votos en una elección en donde se elegía al presidente de la república. La debacle estaba empezando.

El PRD le entregó en bandeja de plata el Estado de Morelos al PAN en el 2000, quien con un candidato carismático y profundamente ignorante se hace del poder sobre todo por el efecto Fox y el bajísimo perfil del candidato del PRD en la capital del estado el cual no aportó los votos que debía al partido.

Con una presencia demeritada en el congreso-solo tres diputados plurinominales, Messeguer, Correa y De Granda- y pocas alcaldías, llega a la elección intermedia del 2003, en donde para no variar los conflictos internos se hacen presentes, el apoyo que la corriente de Graco Ramírez-en ese momento presidente estatal- le da a Fernando Martínez Cué logra que Raúl Iragorri Montoya-el cual había ganado la encuesta definitoria-se desprenda del PRD y se vaya a contender por el Verde Ecologista a la alcaldía de Cuernavaca después de haber sido su candidato a la gubernatura en el 2000, metiéndole este mas de quince mil votos a ese partido y bloqueando las aspiraciones de Martínez Cué.

Para el 2006 las cosas pintaban distintas, la figura de AMLO, con fuerte presencia en Morelos hacía que las expectativas de triunfo fueran muy altas, con un candidato débil en Cuernavaca en el PAN los votos podrían fluir a favor del PRD y por fin lograr la capital del estado. ¿Qué falló? los oficiales electorales, desde el IEE se manipuló para que los funcionarios de casilla fueran proclives al PAN y desde el PRD quien debió de encargarse de la defensa del voto en las casillas simplemente no cumplió. Alguien se quedó con casi dos millones de pesos que el partido asignó para ese trabajo.

Ya está a la vuelta la elección del 2009, los conflictos dentro del PRD nacional siguen, la escisión del FAP del PRD es clara y no hay vuelta para atrás, las descalificaciones de unos y otros ya empezó. Si alguien pensó que Encinas les iba a dejar el lugar se equivocaron, la estrategia es debilitar desde adentro y posteriormente tomar el poder del partido ó formar otro.

“Son unos enanos” dijo Navarrete refiriéndose a Convergencia, Dante Delgado le revira diciendo “Son unos fanfarrones”, así están las cosas mientras algunos de los comentaristas dicen que el PRD se convirtió con la llegada de Jesús Ortega en la izquierda oficial del presidente Calderón. Desgraciadamente los antecedente de algunos de los miembros de nueva izquierda, la corriente de donde provienen “Los chuchos”, es el de aquel vergonzoso partido satélite del PRI, auspiciado por Luis Echeverria Álvarez cuando fue presidente y que regenteaba el maestro normalista Rafael Aguilar Talamantes, el PST, Partido Socialista de los Trabajadores.

Se dice que ahora que Jesús Ortega es el presidente del PRD por gracia del TRIFE y después de romperse la unión del FAP, el acuerdo de las izquierdas vendrá con el Partido Social Demócrata, si aquel de donde se deshicieron ominosamente de Patricia Mercado, un partido marcado por su cercanía a Carlos Salinas de Gortari y en donde Alberto Begne, Jorge Carlos Díaz Cuervo entre otros, obedecen a la lógica que el maestro José Woldenberg y Jorge Alcocer Villanueva les tocan y que no es otra más que constituir una izquierda débil y a modo del gobierno en turno.

Aquí en Morelos la dirigencia de Convergencia ya se manifestó a favor de Andrés Manuel López Obrador y su proyecto, no entiendo entonces como este partido pretende llevar a la candidatura de Cuernavaca a Gabriel Haddad Giorgi, un personaje ligado al PRI en sus inicios y al ahora millonario ex gobernador Sergio Estrada del cual fue su secretario. ¿Qué alguien me explique? diría Derbez.

¿Estará enterado AMLO cual es el pensamiento político-filosófico del ex secretario de desarrollo económico? ¿Habrá votado por él en el 2006?

Creo que no

JABONAZO

Habrá cambios en el IEE-Morelos, se queda Granat y dos consejeros más. Llegan dos nuevos, uno puesto también por el PAN-ya tiene cuatro- y el otro por el PRD. Todo cambia para que todo siga igual.