Así llaman los norteamericanos al sistema de “blanqueado” de dinero que utilizan con mucho éxito los carteles de la droga en el mundo y uno que otro político corrupto que no sabe como hacerle para que su fortuna hecha de la noche a la mañana pase como fuente de inversión en negocios que aparentemente son lícitos.
El narcotráfico como todo en la vida es causa y efecto, lo primero es el trasiego de droga que permite que capos obtengan millonarias cantidades de dinero en dólares, ese el efecto. Cuando en una ciudad como Cuernavaca se observan ricos de la noche a la mañana presumiendo ostensiblemente de casas y automóviles caros e importados es que algo anda no solo mal, si no muy mal.
En Morelos hemos tenido desde tiempos antiguos personajes ligados a la mafia internacional que escogieron estas tierras para descansar unos y para refugiarse de los gobiernos de sus países que les tenían la “pata en el cuello” otros, basta recordar como alrededor de los años sesentas del pasado siglo, unos de los mas temibles gangsters de la unión americana hizo su presencia en Tepoztlan y desde allí controló parte del mercado de la droga en USA, su nombre era Sam Giancana, es a este sórdido y lúgubre personaje que según las investigaciones se le debe el asesinato del presidente John F. Kennedy en noviembre del año 1963 en contubernio con la milicia cubana. Giancana hizo fuertes inversiones en bienes raices en Tepoztlan y utilizó a varios personajes de la vida pública nacional para mantenerse incólume en México y posteriormente regresar a Estados Unidos y ahí ser arteramente asesinado de un tiro calibre .22 en la nuca.
Otro de los personajes que invirtió fuertes cantidades de dinero en Cuernavaca allá por los años cuarentas fue William Oscar Jenkins, americano avecindado en Puebla, este gringo nacido en Tennesse llega a México en 1901 y se involucra con algunos de los revolucionarios que posteriormente ganaron la revolución, su amor al dinero fácil lo hace trabar fuertes relaciones con Alfhonse Capone el temido gangster americano italiano de los años 20s. y así contar con una fortuna que muchos dicen estaba llena de sangre y de violencia, aquí en Morelos Jenkins tenía amigos que le hacían esas inversiones y que le ayudaban a blanquear los impresionantes volúmenes de dinero que le llegaban de Estados Unidos, se cuenta que una familia que vivía en la avenida Plan de Ayala antes Boulevard a Cuautla y cuyo apellido era de origen italiano sería quien daba la cara.
Después vinieron los carteles de la droga que hicieron en los años ochentas y noventas de Cuernavaca el paraíso de sus inversiones, el cartel de Juárez sentó presencia indiscutible en Morelos y así se supo de varios profesionales de los bienes raíces que se hicieron millonarios de la noche a la mañana, las discotecas afloraron y fueron negocios que lavaban dinero a raudales provenientes del narco, mucho se habló de la presencia de Rafael Aguilar Guajardo en Cuernavaca y de quienes lo ayudaban al negocio de la “lavandería de dinero”, fue hasta el año de 1993 en donde el empresario y reconocido narcotraficante fue asesinado en Cancún que su presencia dejó de sentirse en Morelos.
Ya para los años 1993 y siguientes fue Amado Carillo Fuentes el que tomó las riendas del cartel de Juárez que había dejado acéfalo Aguilar Guajardo y así de buenas a primeras se siente en Morelos una fuerte inversión del narco en bienes raíces, la hermosa Hacienda de la luz en Tetecala fue el refugio remodelado con varios millones de dólares para el “Señor de los Cielos”, el cual se dice también contó con empresarios Morelenses que le habrían blanqueado el dinero, mucho se dijo de la aerolínea que despegaba de Tetlama a los lugares mas codiciados del narcotráfico, Guadalajara, Culiacán y Tijuana y que era realmente de este capo hasta que Carrillo Fuentes murió en circunstancias sumamente raras el cuatro de Julio de 1997.
Juan José Esparragoza Moreno alias “el azul”, fue quien se hizo cargo de la plaza de Cuernavaca a la muerte del “señor de los cielos” en compañía de Vicente Carillo Leyva y Aníbal Carillo Pérez, hijo y sobrino de Carillo Fuentes. “El azul”, considerado como unos de los capos más inteligentes y preparados fue quien según las crónicas utilizó los servicios de Agustín Montiel y Raúl Cortes para realizar el trasiego de droga desde Tetlama hasta el Estado de México cuando eran funcionarios judiciales en el gobierno de Estrada Cajigal.
Ahora bien, a la luz de los acontecimientos de Xoxocotla la semana pasada en donde un convoy de varias camionetas nuevas iniciaron una balacera en donde murieron dos agentes de la AFI y cinco sicarios, todo parece dar entender que ha habido un cambio radical en la plaza de Cuernavaca y que el otrora poderoso Cartel de Juárez que hizo de esta ciudad su isla de descanso a perdido el control y sería el Cartel de Sinaloa de los Beltrán Leyva los que tendrían el control de Cuernavaca y su zona conurbada, específicamente Cuernavaca, Temixco y Xochitepec con una tremenda capacidad de movilidad y con armamento moderno y de fuerte contundencia.
Si además observamos estos acontecimientos en relación directa de aquel avión que fue abandonado en Tetlama con claros rastros de cocaína en su interior, entonces no queda duda de que algo fuerte está pasando en Morelos y que podría tener repercusiones en la población, especial interés debe de tener la AFI en nuestro Estado, ya que como lo mencioné en líneas anteriores la presencia del narco ha sido muy fuerte en los últimos veinticinco años con un saldo negro a favor de los lavadores de dinero.
Dice el refrán: “No hay peor ciego que el que no quiere ver”, está clarísimo que el efecto en Morelos está dando sus frutos y se empieza a ver varios “empresarios” que nacen de la noche a la mañana y que antes no tenían ni para comer.
JABONAZO
Domingo 11 en Temixco, toma de protesta del CDE del PRD, se acerca el Senador de ese partido a saludar a Raúl Iragorri y este simplemente se voltea y le da la espalda. ¡Y lo que falta!
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